A los 31 años de edad terminó la fantástica carrera de Javier Hernández en el futbol europeo. Como a tantos otros de sus colegas y compatriotas, lo acabaron seduciendo desde la MLS, con una combinación que suele ser irresistible: un contrato millonario y multianual, y una gran calidad de vida.
A diferencia de otros mexicanos, como Carlos Vela, Giovani dos Santos o Jonathan dos Santos, lo del Chícharo me parece entendible.
Javier se sacó el máximo provecho en Europa, donde explotó sus atributos con inteligencia, disciplina y dedicación, y tras casi una década al mejor nivel, en ligas tan exigentes como la inglesa, la alemana o la española, ya daba síntomas inequívocos de agotamiento, de declive futbolístico. Ya le costaba tener esa chispa y velocidad que le eran habituales.
Es cierto que el goleador tapatío pudo haberse mantenido un tiempo más en el Sevilla, que después tendría mercado europeo en equipos más modestos o ligas menos exigentes, como la belga, la portuguesa o la francesa, pero en ningún caso volvería a ser figura como lo fue en buena parte de su estancia europea; por eso decidirse por el Galaxy de Los Ángeles parece, en su caso, una decisión sensata.
Veremos si en la MLS Chicharito puede alcanzar los niveles de éxito de Carlos Vela, quien ha enseñado en Los Ángeles FC que seguía teniendo calidad más que de sobra para jugar en un buen equipo europeo.
[caption id="attachment_1089773" align="alignnone" width="696"] Hernández firma una de las playera del Galaxy. Foto: Especial[/caption]