El próximo domingo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. En México se realizará una marcha de mujeres para protestar por la violencia de género que han sufrido desde hace años, y que ninguna autoridad ha puesto un alto.
El día siguiente, lunes 9 de marzo, habrá un paro en el que las mujeres, voluntariamente, no se presentarán a sus lugares de trabajo o estudio; no harán compras, y no saldrán a la calle. Este paro convocado con el hashtag #UnDíaSinNosotras, es para hacer reflexionar al Gobierno, y a la sociedad en su conjunto, de cómo sería un día en nuestras vidas sin la participación de mujeres.
Por más etiquetas políticas que se le quieran colgar a este movimiento, la verdad es que surgió de una manera orgánica y como una expresión de desesperación de una colectiva feminista del Estado de Veracruz, llamadas Brujas del Mar, con su portavoz de 32 años, Arussi Unda.
Las Brujas del Mar tuvieron tal capacidad de convocatoria, que se espera que el lunes 9 de marzo la gran mayoría de las mujeres, a nivel nacional, se queden en su casa. Son muchas las empresas, dependencias de gobierno, escuelas, universidades, y hasta organizaciones indígenas, que se han pronunciado por no descontarles el día a aquellas mujeres que pretendan sumarse al paro.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado poco empático al movimiento, e incluso ha dicho en las mañaneras que hay influencia del conservadurismo atrás de dicha iniciativa. Es más, propuso arrancar la venta de boletos de la rifa del avión presidencial, el mismo 9 de marzo, a lo que después tuvo que rectificar.
Me parece un desacierto que el Presidente de la República no reconozca la legitimidad del #UnDíaSinNosotras. Las mujeres representan el 51 por ciento de la población, y se han visto agraviadas por gobiernos de todos los colores que no han podido detener la discriminación y la constante violencia de género. Me parece un error político no hacerlo.
Ya sin mencionar los 30 mil millones de pesos que se estima será el costo económico del paro. Esto representa 10 veces lo que el Gobierno pretende recaudar con la rifa del avión. Es decir, se tendrían que rifar el equivalente a 10 aviones para recuperar el daño económico del próximo 9 de marzo. Espero ya alguien haya hecho esta cuenta en Palacio Nacional.
Por otro lado, sería deseable que de todo este movimiento surgiera una figura política mujer. La verdad es que la oposición en este país está completamente anulada. No hay una oposición real, y mucho menos figuras carismáticas que resalten y hagan un contrapeso auténtico. No sería raro que alguna mujer pudiese salir, de manera también orgánica, como un líder social que abandere ésta y muchas otras causas.