Las necesarias medidas de prevención para combatir la pandemia del coronavirus es una oportunidad para disfrutar en casa de la amplia variedad de opciones de películas y series disponibles en las diferentes plataformas de streaming. Yo he aprovechado para volver a gozar varios filmes de mi preciada colección.
El verdadero valor de una cinta lo da el paso del tiempo. Algunas envejecen rápido y no resisten los años, otras pierden su atractivo que resultó sólo una moda efímera. Pero hay obras que no pierden su encanto ni su capacidad de seducción, que podemos ver una y otra vez con igual fascinación: Casablanca, Cantando bajo la lluvia, Una Eva y dos Adanes, casi todas las de Chaplin y Hithcock.
Hay grandes filmes que conservan intacto su vigor narrativo y mantienen la fuerza de sus imágenes (Ben Hur, Lo que el viento se llevó, El resplandor) o cuyo testimonio social y humano sigue causándonos el mismo impacto: El padrino, Ladrón de bicicletas, Lawrence de Arabia, La lista de Schindler, El ciudadano Kane, Rashomon, Nido de ratas, De aquí a la eternidad, o la mayoría de las de Bergman, Kubrick o Fellini.
Más allá de las películas en sí mismas, hay escenas específicas que a todos nos han cautivado y estremecido, que son parte imborrable de nuestros recuerdos. Momentos únicos que tocan nuestras fibras sensibles, que nos despiertan una amplia gama de sentimientos y emociones. ¿Cuáles recuerdan ustedes?
Les comparto 10 de mis momentos preferidos, 10 escenas inolvidables que acrecentaron mi pasión cinematográfica:
>Casablanca (1942): El reencuentro de Rick (Humphrey Bogart) e Ilsa (Ingrid Bergman) en el café Rick’s, mientras Sam (Dooley Wilson) canta al piano “As time goes by”.
>Ben Hur (1959): La carrera de cuadrigas en la arena romana entre Judah Ben Hur (Charlton Heston) y Messala (Stephen Boyd).
>El acorazado Potemkin (1925): La matanza de la población por las tropas zaristas en la gran escalinata.
>Cantando bajo la lluvia (1952): Bajo la lluvia, Don Lockwood (Gene Kelly) baila y canta “Singin’ in the rain” con su paraguas.
>Tiempos modernos (1936): Charles Chaplin, como trabajador de una fábrica, sufre los embates tecnológicos del aparato ideado para que el empleado continúe trabajando mientras come y queda atrapado en los engranes de la maquinaria automatizada.
>El padrino (1972): El bautizo de la hija de Michael Corleone (Al Pacino), mientras se alternan las escenas de los asesinatos de diversos enemigos de la familia Corleone.
>2001: Odisea del espacio (1968): La agitación de los homínidos alrededor del monolito de granito y el paso a la era espacial.
>Cinema Paraíso (1988): Salvatore Tot (Jacques Perrin) ve, con lágrimas, las múltiples escenas de películas cortadas por la censura religiosa.
>La quimera de oro (1925): Desesperado por el hambre, Chaplin se come su zapato como si fuera un manjar en su cabaña en Alaska.
>Metrópolis (1927): La entrada de los trabajadores como zombis a la enorme instalación laboral.