Conforme disminuye la oleada de contagios por Covid-19 en varias partes del mundo, los países que ya pasaron los picos peligrosos les urge terminar con el confinamiento de sus habitantes y activar la vida cotidiana y con ello la economía, pero los expertos advierten que una reactivación de actividades antes de tiempo puede volverse un peligro mortal para la humanidad.
En ese sentido, los países de América y África deben aprender de la experiencia europea y de los errores cometidos por algunos gobiernos para evitar contagios masivos y muertes.
En la ciudad china de Wuhan, epicentro de la pandemia que ha puesto en confinamiento al planeta entero, se hizo oficial la finalización de las restricciones de movimiento de sus ciudadanos, después de 11 largas semanas desde la implementación de las medidas para combatir el contagio del coronavirus. La decisión del gobierno chino se tomó después de que en 24 horas no se registró ningún contagio.
En Europa, los países más golpeados por el Covid-19, como España e Italia, han registrado la disminución paulatina de contagios y decesos, lo que lleva a pensar en un posible final de la cuarentena. El gobierno español anunció que este lunes podrá regresar al trabajo una parte de los empleados de las actividades denominadas no esenciales, tomando ciertas medidas, como utilizar cubrebocas en todo momento y mantenerse al menos a dos metros de distancia de otras personas. Lo que en México llamamos “sana distancia”. Estas medidas son un respiro para los españoles que llevan cinco semanas de encierro en sus hogares y vislumbran el principio del fin de la pesadilla, pero que parecen ser acciones precipitadas, según la Organización Mundial de la Salud.
Ante estas acciones tomadas en China y Europa, el director de la OMS, Tedros Adhanom, advirtió que la desesperación por terminar con las restricciones de movimiento pueden propiciar en una reaparición mortal del contagio del coronavirus. “Algunos países ya están planeando la transición de restricciones de quedarse en casa, y aunque la OMS quiere que se terminen tanto como cualquier otro, levantar las restricciones antes de tiempo puede llevarnos a un repunte mortal,” dijo en conferencia de prensa el director general de la OMS.
Los parámetros de la OMS para que un país pueda terminar con las restricciones sanitarias como el confinamiento, son seis. La primera, que la transmisión de Covid-19 esté totalmente controlada. La segunda, que el sistema de salud esté en perfecto estado y que sea accesible para toda la sociedad. La tercera, que los brotes en centros de cuidado para, por ejemplo, adultos mayores, sea mínima. La cuarta, que se implemente un programa de prevención en zonas de mucho tránsito de personas, como en espacios educativos o laborales. La quinta, que no haya riesgo de contagios importados, y la sexta, que la gente esté informada y comprometida con las medidas sanitarias.
La realidad es que actualmente ningún país puede presumir de contar con todos los puntos mencionados por la organización, mientras que el director de la OMS precisa: “No creo que exista, por lo que hemos visto hasta ahora, ningún país inmune al virus”.
Mientras tanto, México se prepara para la oleada más fuerte de contagios, con un sistema de salud deficiente y desgastado durante años, la falta de confianza de algunos sectores de la sociedad en el actual gobierno, para atender la crisis sanitaria y la desinformación constante que circula sobre todo en redes sociales. Tristemente muchos de los puntos para terminar con el confinamiento forzoso en México no se cumplen ni siquiera antes de la pandemia.
