“El futbol es lo más importante de las cosas menos importantes”; una frase que es adjudicada a Jorge Valdano, aunque según otros testimonios, la dijo antes Arrigo Sacchi. Por ahora es irrelevante si fue el argentino o el italiano, ambos figuras en la historia del futbol, por lo que podemos dejarlo en un salomónico empate; lo que no es irrelevante para la UEFA es el reinicio del futbol.
De acuerdo a diversos medios europeos, la UEFA tiene ya sobre la mesa el plan que se ejecutaría para finalizar los campeonatos locales de sus federaciones, así como la culminación, tanto de la Champions League, como de la Europa League. Es obvio que más allá de los grandes partidos que aún están pendientes por disputarse, la urgencia de la UEFA y su presidente, Aleksander Ceferin, es sobre las pérdidas millonarias si no se finalizan los campeonatos.
Y es que a pesar del mensaje de apoyo pronunciado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el cual prometió que no se abandonará ni a clubes ni a federaciones en la crisis económica que se ha generado por la pandemia mundial, ya que las arcas de la FIFA, obviamente, están más que sólidas, la UEFA no creo que esté muy confiada en dicho plan; por lo pronto, ya se tiene el calendario emergente para concluir con el ciclo 2019-2020 del futbol europeo.
El objetivo de la UEFA es que en junio el balón vuelva a rodar; pero como los directivos se preocupan mucho por los futbolistas, les permitirán realizar una especie de “pretemporada” durante las últimas semanas de mayo, para que lleguen en buenas condiciones físicas. Las ligas acomodarían sus calendarios para que en un mes se disputen los partidos que restan; es decir, en España, por ejemplo, restan 11 fechas, por lo que tendría que jugarse hasta 3 veces por semana.
Ya con más ritmo en las piernas, para el mes de agosto, la Champions y la Europa League entrarían en acción. Se definirían las vueltas pendientes de equipos como Barcelona y Real Madrid, y a partir de los Cuartos se jugaría a partido único y en estadio neutral, con la intención de reducir los traslados. Tanto Ligas como las competiciones internacionales se llevarían a cabo sin público en las gradas.
“Todavía es mejor jugar el juego a puerta cerrada y tenerlo en la televisión, que es lo que la gente necesita y quiere, porque trae energía positiva a sus hogares, que no jugar en absoluto”, declaró a principios de este mes Aleksander Ceferin. Dichas declaraciones son como un choque de trenes con las de Infantino, ya que además de la promesa económica, el máximo dirigente del futbol aseguró que ningún partido vale una vida, y que no habrá futbol hasta que sea 100% seguro.
Por supuesto que como aficionado me encantaría ver ya los cruces de Champions que restan, o el clásico en el Santiago Bernabéu, entre Real Madrid y Barcelona, que podría definir al campeón de España; y qué me dicen de la final de la Copa del Rey, tan esperada en el País Vasco entre la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao. Hay todavía mucho futbol por delante, pero podemos ser pacientes, la humanidad tiene una capacidad de adaptabilidad única. Ya veremos si la paciencia también se antepone a la urgencia de la UEFA.
