Trabajamos unidos contra el Covid-19. Cada quien desde su espacio, dando lo mejor de sí, para disminuir su velocidad de contagio y fortalecer las labores de las mujeres y los hombres que integran el Sector Salud de nuestro país.
Estos 4 meses han sido de lucha incansable: los ciudadanos quedándose en casa, los integrantes del Sector Salud salvando a los pacientes, la iniciativa privada sosteniendo el empleo y aportando lo mejor de sí para fortalecer los servicios de salud, y los servidores públicos intentando elevar la eficiencia en la atención y concentrando sus esfuerzos donde más se requieren, sin descuidar las demás tareas de las cuales son responsables. Sin embargo, el Covid-19 nos está enviando mensajes claros que considero importantes. Te explico a qué me refiero.
El Covid-19 nos recuerda que no hay cosa más valiosa y preciada que la salud. Con salud es posible todo, sin ella, nada. Debemos valorar y cuidar nuestra salud y la de nuestras comunidades. Desafortunadamente, en muchas ocasiones la atesoramos una vez que la perdemos.
Debemos apostar a la prevención. La medicina preventiva resulta la mejor inversión que podemos hacer. Prevención entre otras cosas significa hacer ejercicio, comer de manera saludable y visitar al médico antes de necesitarlo. La obesidad, la diabetes y la hipertensión, entre otros padecimientos, están incrementando el riesgo de muerte. Si no logramos realmente disminuirlos, no habrán recursos suficientes para brindar atención a todos los mexicanos.
El Covid-19 nos insiste que debemos fortalecer los servicios de salud. Debemos de continuar luchando para garantizar servicios de salud para toda la población. Los servicios de salud no deben ser un privilegio o un lujo. Mejores hospitales, con el abasto necesario y los profesionales de la salud suficientes con ingresos acorde a su valiosísima labor.
Nuestra fuerza está en la familia. Es en casa donde encontramos cobijo, consuelo y apoyo. Es en la familia donde podemos establecer estrategias y potenciar el trabajo en equipo para conseguir los objetivos que nos propongamos.
La tecnología y la conectividad nos permite ser más eficientes. La enfermedad nos ha recordado el gran valor que estas dos herramientas tienen para la resolución de los problemas. La cobertura de Internet en todo el territorio es un asunto pendiente.
La información construye y la desinformación destruye. Hemos comprobado cómo la irresponsabilidad de aquellos que difunden rumores y noticias falsas genera caos. Hemos corroborado también que la información oportuna cura y salva vidas.
Tal vez, uno de los mensajes más importantes que nos deja el Covid-19 es el recordar lo valiosos que somos, en lo individual, no por lo que tenemos ni por los lugares que visitamos.
Los grandes problemas se resuelven en equipo y mediante la realización de pequeñas acciones en lo individual, fortaleciendo a la comunidad. El virus nos recuerda que debemos ser más solidarios y empáticos. Nos recuerda que si trabajamos en equipo, coordinados, comunicados, haciendo todo el bien posible por el otro, lograremos bienestar.