Los profesionales de la salud, mujeres y hombres, luchan sin descanso para salvar la vida de los pacientes contagiados por Covid-19. Duelen los contagios y duelen más las muertes, hasta el día de ayer 3 mil 465.
El Gobierno de México ha realizado un esfuerzo sin precedente para incrementar su capacidad de camas con todo el material suficiente para atender a pacientes graves, además se ha empleado a fondo para contratar médicos y enfermeras y con ello disminuir el déficit de especialistas de la salud que aqueja a nuestro sistema. De manera muy importante, la mayoría de las familias mexicanas ha permanecido aislada, en casa, enfrentando diversas adversidades, contribuyendo así con el objetivo de ayudar a médicas y enfermeros.
Covid-19 ha puesto una gran presión en nuestro Sistema de Salud; sin embargo, no podemos dejar de lado, otras epidemias que aquejan a nuestra población y que demandan de nosotros acciones radicales para detener su contagio y aliviar a los que desafortunadamente caen en ellas.
En 2019, se registraron 123 mil 393 muertes por enfermedades del corazón, muchas de ellas pudieron haberse evitado; por esta causa, 338 personas perdieron la vida cada día. Otra de las epidemias que provoca profundo dolor en las familias mexicanas es la diabetes, siendo 103 mil 365 las mujeres y los hombres fallecieron por ella. No podemos dejar de lado, las cerca de 25 mil muertes que provocan los accidentes automovilísticos. Éstas y otras epidemias dejan a su paso hogares incompletos, con profundo dolor y en serios aprietos económicos.
Apenas salgamos de esta contingencia provocada por el Covid-19, debemos emplearnos a fondo, de la misma manera, con urgencia, todos juntos, para construir una gran cruzada por la prevención, que permita evitar y contener el dolor que estas otras epidemias infligen en nuestras comunidades.
Una de las herramientas más poderosas es la actividad física. Es urgente proveer a nuestras comunidades de espacios públicos adecuados para que las familias puedan convivir y hacer deporte de manera segura. Cambiar de tajo nuestros hábitos, alejarnos del tabaco, las drogas y las bebidas alcohólicas, resulta urgente. Mejorar nuestra dieta, evitar todo aquello que lejos de nutrirnos, nos deteriora.
Éstas y otras epidemias golpean a nuestras familias, pero también, afectan de manera drástica nuestro Sistema de Salud. La extraordinaria preparación y velocidad de reacción que han tenido nuestros profesionales de la salud para atender a los pacientes con Covid-19, será imposible de igualar para atender éstas y otras epidemias, por lo cual resulta urgente poner de nuestra parte, previniendo. Así como hoy nos quedamos en casa para no contagiarnos, de la misma forma deberemos hacer deporte y comer mejor, para evitar caer en ellas y llegar a saturar nuestras unidades de salud.
El momento por el que atravesamos es de altísima importancia. Hagamos caso a las recomendaciones de los especialistas, quedémonos en casa y comencemos a poner en orden en todas aquellas causas que nos hacen vulnerables de caer en las otras epidemias.