En pleno “pico” de la pandemia por coronavirus, la confusión que ha provocado el plan de reactivación económica en el que el Gobierno federal y los de las entidades federativas actuarán de acuerdo a las circunstancias de uno y otros con el riesgo permanente de que la “nueva normalidad” origine más contagios, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ocupó buena parte de su mañanera en defender la orden de que Ejército y Armada realicen tareas de seguridad púbica.
También desde Palacio Nacional agravió nuevamente a la legión de médicos que atienden a pacientes contagiados con el riesgo de morir, como ya ha ocurrido en decenas de casos, al anunciar que hoy les entregarán seguros de vida gratuitos por la fabulosa suma de 50 mil pesos, cifra ridícula en comparación de los miles de millones de pesos que destinó a sus cuestionados proyectos sexenales.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Antes de que se inicie el regreso a la “nueva normalidad”, el próximo lunes, las cifras del diario reporte nocturno de casos por Covid-19, siguen creciendo: cuatro mil 447 fallecidos; 10 mil 57 confirmados, 42 mil 595 confirmados acumulados y 26 mil 746 sospechosos, dado a conocer por funcionarios de la Secretaría de Salud.
Con todo y que ya se presentó el plan de reactivación que se aplicará en tres fases y el regreso a labores en algunas empresas, se insiste a la población en cumplir las recomendaciones de confinamiento, por el riesgo de que se origine un aceleramiento en la propagación del virus, que obligaría a dar marcha atrás a lo anunciado el miércoles.
Es tal el apuro del Presidente López Obrador por reanudar sus giras de fines de semana por el interior de la República, ante el inicio de la campaña electoral de 2021, el 1 de septiembre, que ya solicitó al Consejo General de Salubridad la autorización correspondiente y el ofrecimiento de que no habrá mítines ni aglomeraciones, “sólo los banderazos y sana distancia porque no podremos abrazarnos”.
Por supuesto que se duda que eso lo cumpla, porque es sobradamente sabido que ante el obligado confinamiento sanitario, eso es a lo que quiere ir, antes de que pase más tiempo y se vea impedido de promover votos para Morena el año próximo, y evitar que pierda la mayoría en la Cámara de Diputados y no le aprueben sus iniciativas como ahora.
Dijo que quiere recorrer entidades del sur-sureste del país y dar los “banderazos” del Tren Maya que, por cierto, en ese revuelto mar de necedades, críticas y cuestionamientos de los proyectos prioritarios del sexenio, es el que, además de la refinería de Dos Bocas, anda en la mayor turbulencia por problemas legales que enfrenta.
