En el día tras día (37) (Se vale reconsiderar, antes de que en la tardanza esté el peligro)

larazondemexico

La voluntad del Presidente está enfrentando a la terca realidad. Está, estamos, ante diferentes escenarios que no se podían imaginar. El país enfrenta circunstancias cambiantes con una frecuencia impensada.

Al paso del tiempo se podrá decir que muchos de los proyectos no se pudieron cumplir, debido a la infinidad de situaciones que se aparecieron. Mucho habrá de cierto, pero no olvidemos que es una historia que los ciudadanos ya hemos visto. No hay gobierno que no se haya quejado, o siquiera apelado, a lo inesperado que lo obligó a tener que dar un vuelco a objetivos y proyectos.

Cuando los expresidentes escriben sus memorias aparecen las explicaciones, y en muchos casos los pretextos, de las limitaciones que se vivieron y padecieron. El gran reto siempre será la capacidad de adaptación ante las situaciones inesperadas, e incluso a los errores, que a veces de manera inevitable se presenta en el ejercicio del poder.

López Obrador está entrando en estos terrenos, los cuales difícilmente puede evitar. El tema de los militares, por más que dé explicaciones, lo coloca en contradicciones de lo que dijo a lo largo de muchos años. Es muy probable que la realidad lo haya alcanzado, pero es definitivo que si se resuelve el problema de la seguridad con el Ejército y la Marina en las calles nadie se va a acordar de las contradicciones.

Es probable también que la inevitable terca realidad lo esté llevando a recular, por más contradictorio que termine siendo el tomar la decisión, la cual podría ser una opción sensible y pensada buscando genuinamente enfrentar y resolver el gran problema.

Reconsiderar las cosas invariablemente es controvertido, pero al final es mejor hacerlo que correr riesgos evitables que pueden llevar a tumbos y fracasos que no tengan camino de regreso.

Quisiéramos pensar que algo de esto está en la decisión que tomó el Presidente respecto a la presencia militar hasta marzo del 2024, por más que la fundamente con un acuerdo entre partidos del año pasado.

Si en esas andamos, el Presidente también está a tiempo de rediseñar algunos de sus proyectos. La pandemia le está cambiando la cara a la mayoría de los gobiernos del mundo, es cosa de ver el enorme problema que trae Donald Trump para percatarse de lo que el coronavirus puede provocar en un gobierno fuerte y asentado, el cual está en rumbo de perder las elecciones de noviembre. Trump equivocó su diagnóstico respecto a trascendencia y llegada del Covid-19.

El futuro incierto debería llevar al Gobierno a replantearse algunas de sus estrategias y proyectos que bajo la brutal crisis difícilmente se podrán concretar. Estamos en un momento en que adquiere valor la expresión de que en la tardanza está el peligro.

El área más delicada y riesgosa es la economía. Por lo que se ha visto, ya no hay manera de convencer al Ejecutivo de que frene o postergue sus grandes obras, las cuales le urge echar a andar; sin embargo, el tema ha estado, está y estará presente.

Replantearse los apoyos económicos para pequeñas y medianas empresas y entenderse en lo esencial con el sector privado, no el de la exmafia del poder porque parece que ya se entendió, puede reencauzar elementos para darle un giro al futuro que viene antes de que nos someta.

Si ubicamos el tema militar como una reconsideración no vemos por qué no también se aplique en otras áreas. El miércoles se vio que puede sentarse “hasta” con los del Teletón, porque en el fondo presumimos que opta, eso parece, por el bien mayor y el beneficio colectivo.

Le digo, en la tardanza puede estar el peligro.

RESQUICIOS.

El futbol quiere regresar a toda costa. Es el juego, el pasatiempo, la diversión, la pasión y el negociazo. Este fin de semana los alemanes van a hacer un intento por regresar, lo que hagan será visto por el mundo entero en medio de las ansias futboleras con lupa; veremos…

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