En el día tras día (38) (La incertidumbre como forma de vida)

5ece202cc703a.jpeg
Foto: larazondemexico

Hay que imaginar e inventar salidas ante el coronavirus. Partamos de las evidentes dificultades en las que estamos a lo que se suma la confusión bajo la cual vivimos que igual tiene que ver con los tratamientos para enfrentarlo que con las cifras que diariamente se dan a conocer sobre la pandemia.

Todos estamos metidos en un lío incontrolable. Las decisiones que se han tomado para el regreso en Europa y EU van y vienen, porque cotidianamente se van enfrentando nuevos problemas y lo que parece ser una salida puede terminar agravando escenarios.

Vivimos bajo riesgo, lo cual tiene múltiples manifestaciones que no se pueden controlar. Insistimos en esto porque los próximos días van a ser muy importantes en función de lo que llaman la “nueva normalidad”, el regreso.

Los expertos aseguran que podrán descubrirse muchos paliativos, pero lo que verdaderamente puede cambiar las cosas será la vacuna. Al destacado tenista español Rafael Nadal le preguntaron hace unos días sobre el regreso a las canchas y contestó con el sentido común: “no veo cómo mientras no haya una vacuna”.

El fin de semana Alemania echó a andar de nuevo la atractiva liga de futbol. Lo importante era regresar al juego con todo lo que implica. Nos referimos al ocio, a tratar de volver a lo que llamamos “normalidad”, a que los aficionados tengan un paliativo, a tratar de buscar salidas que pudieran ayudar colectivamente, y a echar a andar de nuevo el gran negocio que es el futbol en todo el mundo.

Los alemanes han manejado de manera muy cuidadosa la crisis de salud. Mucho ha tenido que ver su canciller, la cual ha estado diariamente al frente de la batalla. Lo que han hecho los alemanes con el futbol es muy probable que se convierta en un modelo a seguir en todo el futbol del mundo.

El regreso nuestro enfrenta muchos problemas por la estrecha asimetría que tiene nuestra economía con EU y en menor medida con Canadá. Nuestro país en algunas áreas no puede irse por la libre, como está sucediendo en la industria automotriz, entre otras.

Lo que debe ser motivo de gran atención, cuidado y prudencia, en lo cual estamos los ciudadanos y los gobiernos, tiene que ver con el regreso a la vida cotidiana de millones de personas. Para tomar la decisión, más allá de los llamados, muy a la manera de todo lo que tiene que ver con este Gobierno, “municipios de la esperanza”, resulta fundamental tener el diagnóstico preciso y es aquí en donde no puede haber diversas versiones sobre un hecho ante el cual cualquier error se convierte estar entre la vida y la muerte.

El Gobierno federal no puede pasar por alto lo que está pasando en los estados. El gobernador de San Luis Potosí nos decía hace unos días, que han recibido muy poca ayuda, el de Michoacán nos aseguró que no le toman ni la llamada y los del norte lo que están haciendo es tomar su propio camino distanciándose del Gobierno federal, el cual pasa por alto observaciones y peticiones; no tiene sentido decir que cada quien haga lo que parezca y que “nosotros no vamos a pelear”.

Todas las semanas las hemos venido iniciando con que ahora será lo más importante. No es que se engañe, lo que sucede es que los escenarios son cambiantes por más que se vaya teniendo una idea de lo que está pasando y puede pasar.

Esta semana no es la excepción, porque conoceremos los resultados de abrir algunos municipios y algunas empresas, veremos cómo nos va.

En algún sentido, la incertidumbre se va convirtiendo en una forma de vida, a lo que se suman decisiones del Gobierno federal a las cuales no se les ve futuro, como fue la que se tomó en materia de energía, hasta Canadá reclamó.

RESQUICIOS.

Con todas las horas diarias que el Gobierno ha ido sumando en los medios queda claro el porqué con la mano en la cintura dio carpetazo a los tiempos oficiales. El problema, no se olvide, es que estos espacios no eran sólo para el Gobierno federal.

Temas: