El domingo, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena publicó un comunicado de prensa titulado “El bienestar social y la lucha por la igualdad pueden iniciar los trabajos para el diálogo y el acuerdo nacional”, en el cual propone “modificaciones fundamentales a nuestro sistema jurídico”, con la intención, entre otras, de que el INEGI “tenga la facultad constitucional de medir la concentración de la riqueza en nuestro país”.
Reconociendo que “medir la pobreza en México es un gran avance”, pero que “ahora se demanda, con urgencia, medir también la desigualdad y la concentración de la riqueza”, para lo cual, así lo propone Morena, “el INEGI debe entrar, sin ningún, impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas, para lo cual “cada dos años debe de dar cuenta de los resultados que arroja la totalidad de los activos con los que cuenta cada mexicano. El INEGI también debe tener acceso a las cuentas del Servicio de Administración Tributaria y a toda la información financiera y bursátil de las personas”.
Si el grado de conocimiento y de control que el gobierno ya tiene con relación a los ingresos y el patrimonio de los ciudadanos (por ejemplo: a través de las declaraciones de impuestos y del pago de los mismos) es una clara violación al derecho de propiedad privada, lo que propone Morena es un paso más en el camino de esa violación, que por ningún motivo (subrayo: por ningún motivo) debe darse.
Leemos en el mentado comunicado que, en materia de impuestos, “la proporcionalidad y equidad (Art. 31 constitucional) deben de dar paso a la justicia y la progresividad, (y que) la progresividad fiscal tendrá que aplicarse a la propiedad, la riqueza, el ingreso, las emisiones de CO2 y los daños a la salud”, debiendo recordarle al Comité Ejecutivo Nacional de Morena que, en materia del Impuesto sobre la Renta, el ISR, ya existe la progresividad, de tal manera que a mayor ingreso mayor tasa impositiva. Lo que están proponiendo no es “progresividad” sino “mayor progresividad” y sería bueno, para irle midiendo el agua a los tamales, que nos dijeran cuál consideran que debe ser la tasa máxima del ISR o, dicho de otra manera, cuál es el porcentaje del ingreso de los contribuyentes que el gobierno tiene “derecho” de exigirles.
Termino citando el Manifiesto Comunista, en la cual Marx y Engels apuntan cuál debe ser, después de “la expropiación de la propiedad inmueble”, la segunda medida para instaurar el comunismo: “Fuerte impuesto progresivo”, sin olvidar esta afirmación de Marx: “Solo hay una manera de matar al capitalismo: impuestos, impuestos y más impuestos” afirmación contradictoria, porque el mismo Marx dijo que serían las contradicciones intrínsecas del capitalismo las que acabarían con él.
