Hace un año, contábamos en esta columna cómo fue asesinado el estudiante de la FES Aragón, Raúl Alexis Yael Torres Castillo, quien murió afuera de su domicilio, al regresar de una comida junto con sus padres y hermanos y fue utilizado como escudo humano, cuando unos delincuentes intentaban asesinar a su vecino de toda la vida Néstor Botello Mayoral.
El pasado lunes 8 de junio agentes de la Policía de Investigación de la Ciudad de México dieron cumplimiento a la orden de aprehensión girada por un Juez de Control del Sistema Penal Acusatorio contra Hugo Fernando "N", quien aseguran las autoridades fue el que disparó contra Alexis Yael.
El presunto homicida fue detenido en un domicilio de la alcaldía Gustavo A. Madero y fue ingresado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.
Un día después, el 09 de junio de 2020, se efectuó la audiencia inicial en contra del imputado, de 32 años.
El Ministerio Público de la FGJ de la CDMX formuló imputación ante el Juez de Control por los delitos de homicidio calificado con arma de fuego, cometido en agravio de Raúl Alexis, de 23 años, y tentativa de homicidio calificado, cometido en agravio de Néstor Gabriel Botello Mayoral, de 25 años.
El juez de control dictó auto de vinculación a proceso y ordenó la medida de Prisión Preventiva Oficiosa en contra del imputado, además de que concedió tres meses de plazo para concluir la investigación complementaria.
El acusado también cuenta con otra orden de aprehensión por el delito de robo calificado.
Raúl Alexis era un estudiante de la FES Aragón, con una sólida vida familiar y formación religiosa.
El joven le había hecho una promesa a su familia: estudiar y convertirse en abogado. Sólo así tendría los recursos para que sus hermanos no crecieran en esa vecindad.
Su madre nos narró los hechos:
“Mi hijo cuando va cruzando esta área, Néstor (el vecino) le grita: ‘¡güero, güero!’ y mi hijo sigue caminando y le dice: ‘¿Qué pasó, Néstor?’, ‘¿qué crees?, que tuve un problema’, nosotros escuchamos eso, seguimos caminando, veníamos con mis otros dos niños chiquitos; tengo un niño de once y una niña de nueve. Mi hijo ya estaba por allá, con Néstor, (cuando) entra un tipo, los empareja, se oye que el sujeto le grita unas palabras: ‘¡Néstor, …’, Néstor voltea y el tipo empieza a disparar, vacía la pistola sobre ellos y mi hijo cae desplomado”.
Ha pasado más de un año y la justicia ha sido lenta en la investigación, mucha información brindada por vecinos y testigos, todavía no se integra a la averiguación.
Avanza investigación a un año
Las dudas surgen porque en el asesinato de Alexis, participaron cuatro jóvenes que iban en un coche con armas largas. Según vecinos desde entonces el mismo coche continúa merodeando por la zona. Tampoco se sabe nada de los otros tres cómplices que acompañaron al asesino, ni de las armas.
El asesinato se dio en la Colonia Morelos, muy cerca de Tepito. En esas colonias vive gente trabajadora, pero también criminales que han ido ganando espacios. La gente vive con miedo.
El de Alexis no es un caso aislado en la colonia. Una joven de 26 años fue asesinada y sus restos fueron hallados cerca del Monumento de La Raza con huellas de tortura. Esta joven vivía también en la Colonia Morelos, entre las calles de Ferrocarril de Cintura y Hojalatería.
Son las calles más peligrosas de la Morelos, hay venta de drogas, armas y asaltan.
Alexis murió a la vista de sus padres y vecinos, y tuvo que pasar un año y 12 días del homicidio para que avanzara el caso.
La impunidad en México es uno de los principales factores para que los criminales en nuestro país sigan cometiendo todo tipo de delitos, sin temer a un castigo.
De acuerdo con la organización no gubernamental Impunidad Cero, la posibilidad de que un delito se denuncie y se esclarezca en el país es de apenas 1.3%.
Tan sólo en 2019 se denunciaron ante las procuradurías y fiscalías dos millones de delitos, cifra muy lejana a los más de 30 millones de ilícitos que se estiman, por lo que hay una cifra oculta de más de 90%. Este fenómeno ocurre porque los ciudadanos no denuncian, debido a la falta de confianza en la autoridad y en la justicia.
Impunidad Cero señala que en promedio toma dos horas con 20 minutos acudir a presentar la más sencilla de las denuncias ante el Ministerio Público, lo que para muchos representa una pérdida de tiempo, sobre todo si tomamos en cuenta que sólo un mínimo porcentaje de los delitos que se denuncian llegan a ser castigados.
Por impunidad y por miedo, la gente no denuncia y cuando lo hace, pueden pasar años hasta ver resultados en las investigaciones, si es que los hay.
En el caso de Alexis Yael, se ha avanzado, pero pareciera que la justicia en México siempre avanza a cuentagotas.