Dejen de hablar del Covid

ENTRE COLEGAS

HORACIO VIVES SEGL larazondemexico

A prácticamente un año de celebrarse las elecciones en México, programadas para el 6 de junio de 2021, el Gobierno ya dio el banderazo de salida y su lógica de comunicación política se enfoca hacia allá. Al lopezobradorismo le urge sacar al Covid del monopolio de la conversación pública y generar cuantos distractores le sean posibles, ante sus resultados en el manejo de la pandemia y de la subsecuente crisis económica, e insiste en su muy conocida receta del encono y la polarización.

Cambiar la conversación. Como resulta evidente, el Gobierno mexicano queda a deber en liderazgo ante la crisis pandémica que estamos viviendo. Las razones son de diversa índole y están a la vista de quien las quiera ver. Para empezar, no han sido creíbles sus predicciones y modelos matemáticos sobre el pico de la epidemia —un día sí y al otro también confirman que lo que se llama verdaderamente pico está por venir en “los próximos días”—; relajan las medidas sobre el confinamiento justo cuando casi diariamente se superan los récords de contagios y fallecimientos; el Presidente mexicano se sumó a otros políticos que le han declarado la guerra al cubrebocas (como Trump o Bolsonaro) y, en general, sus mensajes sobre la pandemia han sido contradictorios; tras la caída abrupta del empleo y la actividad económica, sigue sin haber un plan gubernamental de apoyo razonable y, peor aún, no se ve intención alguna de llevarlo a cabo. Así un largo etcétera.

El documento de la vacilada. Como es bien sabido, hace unos días el Presidente descubrió el agua tibia al exhibir un documento en el que “evidenció” que la oposición se está juntando “para atacarlo”. Ya están dando fruto las Heroicas Ciencias Sociales De La Cuarta Transformación Mexicana, que demuestran categóricamente lo que nunca antes se había visto en la historia en ninguna parte del mundo: ¡la oposición podría juntarse bajo el propósito de buscar la alternancia en el Gobierno! ¡Vaya aportación!

Riesgos, sorpresas, y no tanto… En la previsibilidad que le caracteriza, López Obrador no deja de apostar a la polarización y al encono. No es gratuito que en días recientes haya dicho que no gobierna para un 30% de la población o haya hecho el llamado para definirse a favor o en contra de la denominada “cuatroté”. Sigue sin entender el peligro de estas acciones, de la irresponsabilidad con la que lanza a instituciones y personas a la hoguera desde las mañaneras, de las consecuencias de seguir polarizando y dividiendo al país y, mucho más delicado aún, de la enorme gravedad del ominoso aviso de que podría desconocer los resultados electorales de 2021 si no le son favorables. Ciertamente es “la especialidad de la casa”, pero si de algo en efecto no hay registro en México es de un Gobierno que desacredite los resultados de las instituciones electorales. En los países donde ha sucedido algo así, lo que invariablemente ha seguido han sido severas crisis constitucionales. Los vientos que se están sembrando pueden traernos terribles tempestades.