La polarización en México, vuelta sin retorno

REFLEXIONES DESDE EL SUR

CARLOS ALBERTO GUERRERO TEJADA
CARLOS ALBERTO GUERRERO TEJADA Foto: larazondemexico

Primero: Día tras día observamos como las redes sociales se han convertido en el catalizador de nuestra sociedad, la ira y el odio se incrementan cotidianamente, algunas veces como producto de los señalamientos que desde el poder se hacen contra personajes o medios de comunicación, que difieren de la forma de gobernar del actual régimen. Lo que en un principio pareció un ejercicio innovador de comunicación gubernamental (las conferencias mañaneras), hoy se han convertido en un espacio para fustigar a los que disienten del Gobierno.

Segundo: Frases como: “se está con la transformación o en contra, se es liberal o conservador”, nos llevan a un abismo donde la mayoría de los mexicanos no deseamos ir. Tener que tomar partido de un lado o de otro, no parece ser en este momento la preocupación mayor del pueblo mexicano, la ocupación de todos en este momento es salvar la vida y tener qué comer en casa, amén de pagar las deudas que deje el coronavirus. No todos podemos compartir la visión del Ejecutivo, no debe olvidar el Presidente que en un país de 80 millones de electores sólo 30 votaron por él, sin embargo respetamos su investidura.

Tercero: La mayoría de los mexicanos están despojados de ideales de derecha o de izquierda, la sociedad mexicana se ha caracterizado más por la unidad nacional que por la polarización, muestra de ello han sido los grandes terremotos como el del 85 y el de 2017, a pesar de las adversidades hemos emergido una y otra vez, con la ayuda o no del Gobierno en turno, los desastres naturales unen a la sociedad, hoy las ideologías no pueden dividirnos.

Cuarto: La mayoría de los mexicanos deseamos que le vaya bien al Presidente para que le vaya bien al país, pero la polarización es una vuelta que no tiene retorno—el camino a ella es muy peligroso—así lo demuestran las recientes marchas de anarquistas y sus huellas, no podemos negar que en el fondo de nuestra sociedad existe el tigre de la discriminación, despertarlo es peligroso y alimentarlo puede resultar trágico para el país.

Quinto: Es normal, en una democracia, que el Presidente le hable a su base, sin embargo el mandato constitucional que recibió es gobernar para todos, liberales y conservadores, y también para los que estén fuera de esta canasta, que pienso son la mayoría de los mexicanos, fomentar la polarización en un momento tan delicado en nada ayuda, por el contrario, estamos muy próximos a una elección y ésta puede crecer al calor de las campañas electorales, y más con la advertencia que ha realizado el Ejecutivo a los gobernadores. No hay necesidad Presidente.