Pragmatismo

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser Foto: larazondemexico

Con EU a López Obrador le ha salido su lado pragmático. Ha dejado atrás sus críticas, en particular las que sistemáticamente lanzaba contra Trump.

Sus razones debe tener, pero llama la atención que siendo que sus discursos eran abiertamente confrontativos hoy establezca la relación con Trump con expresiones que en algunos casos se pudieron omitir, sin pasar por alto la diplomacia e incluso la educación.

Como era de esperarse después de la visita Trump volvió a las andadas. Sin dejar de referirse con respeto a López Obrador lanzó críticas expresiones, directas e indirectas, sobre nuestro país.

En entrevista el mandatario reconoció que con el T-MEC “hemos mejorado”, pero cuando le preguntaron si cambia de opinión sobre lo que ha dicho sobre México, ratificó “es verdad, lo que dije es verdad. No lo retiro”.

López Obrador tiene razón de querer llevar “la fiesta en paz”. La relación con EU no puede abrir más frentes cuando de por sí hay temas de riesgo y profundamente sensibles.

Como sea, llama la atención que siendo que el Presidente no deja pasar una, en el tema del muro opte por el “no vamos a engancharnos en algo que nos vaya a distanciar… no vamos a confrontarnos”, siendo que este tema es considerado como “inamistoso” por la mayoría de los mexicanos.

Habrá que ver qué tanto tiempo López Obrador puede seguir pragmático. Trump es capaz de cualquier cosa y a sabiendas de que tiene una amplia base electoral profundamente conservadora puede colocar a México en el centro, como lo hizo hace 4 años y que tan buen resultado le dio.

Seguramente tendrá cuidado y ubicará a López Obrador en otra dimensión y referentes, pero habrá que ver las consecuencias que puede tener en nuestro país, porque el que de nuevo nos lleve entre las piernas por convicción propia, y sobre todo para satisfacer el hambre conservador de su amplio electorado.

Trump ya lo está haciendo de nuevo. Antes de la visita de López Obrador subió a redes una fotografía ensalzando al muro que en términos de lo que venía fue de “rudeza innecesaria”; si bien no se habló del muro la fotografía se encargó de ello.

El fin de semana de nuevo el empresario-presidente nos lo recordó. Aseguró que si no fuera por el muro EU estaría “invadido” de coronavirus, lo que en el fondo se interpreta quizá como una crítica a la estrategia mexicana para atacar la pandemia, al tiempo que le da un rozón a los migrantes.

La declaración también tiene interpretación interna. El gobierno de Trump ha recibido una infinidad de críticas por la forma en que ha abordado la pandemia, entre otras el menosprecio inicial que tiene a su país como centro del coronavirus con el número más alto de contagios y fallecidos.

Señalar que EU estaría “invadido” por el virus es un intento por atemperar el daño interno, al tiempo que es una declaración que intenta mostrarlo con una estrategia definida siendo que se le ha señalado precisamente por lo contrario.

Habrá que ver qué tanto dura el pragmatismo de López Obrador. No va a ser fácil lidiar con un presidente que, por el momento, tiene altísimas probabilidades de ser derrotado y al cual le puede dar por la desesperación. Joe Biden puede ganar las elecciones más por las críticas y enojos ciudadanos que por virtudes propias.

Habrá que ver también qué es lo que sucede en nuestro país. No queda muy claro qué tanto las huestes del Presidente van a seguir en la contradictoria pasividad, contemplación y elogios en que han definido la relación.

Cuando se habló de los riesgos de la visita había coincidencia que este tema se tenía que considerar.

Quizá tarde que temprano habrá que decir “esta boca es mía”.

RESQUICIOS.

La difusión de un interrogatorio de Tomás Zerón a un supuesto jefe de sicarios de Guerreros Unidos confirma las irregularidades que se presentan en ellas. En esta ocasión fue El Cepillo, pero cuántos más habrá en la lista de quienes están detenidos y que participaron en la desaparición de los normalistas.