Seattle, Washington, 1966, Mary Gates fue a buscar a su hijo, pues no llegaba a la cena y lo encontró en su cama balanceándose, le preguntó: “¿qué haces?” a lo que Bill (11 años) respondió: “Estoy pensando, ¿alguna vez tú lo has intentado?”. Fue en esa etapa que empezaron las respuestas del adolescente que culminaron en que un día en la mesa familiar su padre le lanzó un vaso de agua para que se callara a lo que contestó: “gracias por el baño”.
Sus padres que eran exitosos y que con sus dos hijas y Bill formaron una familia funcional, no podían tolerar estas faltas de respeto, de tal forma que lo llevaron a terapia. Con su psicólogo descubrió las obras de Freud, las leyó todas. Un año después del tratamiento la indicación a sus padres fue la siguiente: “Ustedes tienen todas las de perder, es mejor que se adapten a su comportamiento, no vale la pena intentar cambiarlo, es muy inteligente, estimulen sus deseos de aprender”.
Años después Gates diría en una entrevista: “He tenido suerte en muchas formas: nací con ciertos talentos, con unos padres que crearon un ambiente donde compartían conmigo las historias de lo que hacían, me dejaban comprar tantos libros como yo quería, también me tocó una época en la que se inventó el microprocesador y yo estaba obsesionado con desarrollar un software y resultó que era la pieza que faltaba para que las computadoras tuvieran un impacto increíble, es poco común que una sola persona tenga tanta suerte, y pienso que lo mejor de todo es que fui capaz de hacerlo”.
Desde comienzos del siglo XXI el sistema operativo Microsoft Windows, que desarrolló, se usa en la mayoría de las computadoras del planeta.
Se casó con Melinda, su compañera de trabajo, quien como él lo comenta es su igual.
Desde niño es un ávido lector, trae consigo una bolsa en la que transporta al menos 30 libros que lee completos y cambia cada semana, lo impresionante es que todo se lo aprende y lo aplica permanentemente. La ciencia le apasiona y de esta área la inmunología y la epidemiología son sus grandes temas.
En 2006 hizo pública su intención de abandonar sus labores diarias frente a Microsoft para dedicarse a la filantropía, creó la Fundación Bill y Melinda Gates, ellos investigan de manera minuciosa en qué causas se involucran, y se han dirigido a combatir las enfermedades infecciosas en los niños en los países subdesarrollados, el ángulo se fue cerrando hasta centrarse en las vacunas, hicieron una exitosa campaña con la que para 2008 prácticamente lograron erradicar la poliomielitis, lo cual siguen considerando un objetivo, que a ningún líder público o privado le importa.
Es así como se fue volviendo experto en epidemias, además de poner su dinero consigue donativos millonarios para desarrollo e investigación de vacunas centrándose en SIDA, MERS, SARS y Ébola, éstas últimas le causaron tal impresión que hizo una Ted Talk en marzo de 2015, en la que basado en estas enfermedades afirmó que el ébola se detuvo por ser una enfermedad que no se transmite por vía aérea y que el daño que causa es tan grave que los pacientes quedan postrados antes de contagiar a los demás y que los esfuerzos del mundo están mal dirigidos esperando una guerra y centrándose en tener armas para pelear cuando lo que puede seguir es una pandemia por un coronavirus, tan grave como la gripe española, pero en un mundo comunicado que va a afectar a todo el planeta, que vendría a poner a prueba los sistemas de salud del mundo y generando una catástrofe de carácter social y económico, al final de su conferencia invita a los dirigentes del planeta a invertir en salud e investigación de enfermedades infecciosas y vacunas, el resultado: nadie le hizo caso. Hoy sus predicciones son escalofriantes, parece un profeta, pero no lo es, es un científico poniendo la evidencia al servicio de la sociedad.
En marzo de 2020 dio una entrevista en la que nos explica que para enero de este año ya nuestros dirigentes sabían que estábamos frente a una pandemia y que sólo había tres formas de enfrentarla: haciendo pruebas para medir la necesidad del aislamiento, desarrollar tratamiento y una vacuna, el único país del mundo que lo hizo fue Corea del Sur y de esa forma logró controlarla mejor que los demás, en el mes de febrero que él considera era crucial, ningún país lo tomó en cuenta para desarrollar las pruebas, su fundación donó 100 millones de dólares y creó lo que llaman “acelerador terapéutico”, los gobiernos no hicieron nada, esta apatía lo que ha hecho es potenciar la propagación de la enfermedad.
Actualmente está trabajando intensamente en conseguir fondos para el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19, de esta carrera hay en la actualidad al menos cinco que ya se encuentran en lo que se conoce como Fase III: se están probando en humanos, específicamente en Brasil, donde está activa la enfermedad y se trata de personas sanas que no han sido positivas al virus. Todos los tiempos de desarrollo se han acortado pero los expertos, como la doctora Sarah Gilbert, líder del proyecto más adelantado de la Universidad de Oxford, afirma que si todo evoluciona favorablemente tal vez para inicios del año que viene la vacuna esté disponible para la población general.
En sus palabras: “Si dejamos que los medicamentos y las vacunas vayan a los que ofrecen más dinero, en vez de a las personas que más lo necesitan, tendremos una pandemia más larga, más injusta y más mortífera”.