Un aeropuerto chiquito, chiquito

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores Foto: larazondemexico

La terminal aérea de Santa Lucía (AISL) tendrá un costo inferior a lo que se proyectó en el fenecido NAIM, de Texcoco, por el sólo hecho de que será mucho más pequeño: conforme al Plan Maestro que ejecuta el general Gustavo Vallejo en un área total de 2,330 hectáreas (el que coordinaba Federico Patiño era de 5,000 hectáreas) considera tres pistas, dos de las cuales son más cortas que las existentes en el AICM, de Jesús Rosano… y la más larga da hacia el Cerro de Paula.

El polígono en Santa Lucía, conforme el plan maestro al que se tuvo acceso, colindará por tres lados con zonas pobladas, por lo que básicamente carecerá de espacio para ampliaciones futuras; la obra tiene proyectada una superficie de 62 hectáreas para urbanización, contrariamente al NAIM donde la zona de uso comercial, educativo y corporativo (Ciudad Aeropuerto) se diseñó para 500 hectáreas.

El AISL tiene tres pistas, separadas conforme a la norma internacional con 1.5 kilómetros para operaciones simultáneas, pero una de ellas será de uso militar y mide 4.6 kilómetros de largo, igual que la segunda para uso civil; la más larga, de 5 kilómetros (igual que las del actual AICM) es la que topa con el desafortunado cerro. El primer edificio terminal (eventualmente habrá otro) contará con 33 posiciones de contacto de aviones, cuando el AICM tiene 44 posiciones de contacto, y el del NAIM, que diseñó Norman Foster y Fernando Romero tenía inicialmente 94 posiciones.

Y, bueno, el tren proyectado (el sistema Suburbano a cargo de Max Zurita aún no tiene proyecto autorizado) llegará a los edificios terminales, además de que se estima se requerirán otros 30 mil millones de pesos adicionales para vialidades de conexión y de cercanía.

A ver sí lo barato no sale caro.

Tramo 5 Maya, un solo gran tirador. Y hablando de proyectos bien trazados, ayer se presentaron ante Fonatur, que dirige Rogelio Jiménez Pons, las ofertas por el Tramo 5 del Tren Maya (Cancún-Tulum), pero la única que entró fue la del consorcio BlackRock, que encabeza Laurence Fink, Pinfra de David Peñaloza y Prodemex de Olegario Vázquez Aldir, que previamente presentó una “Oferta No Solicitada” con un muy elaborado proyecto ejecutivo que le confiere 20 puntos en una escala de 1 a 100. Así que este consorcio es el seguro ganador de dicho tramo. En buena hora.

CMIC, petición de infraestructura. La próxima semana la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, que encabeza Eduardo Ramírez Leal, presentará su catálogo de 242 proyectos de infraestructura al Presidente Andrés Manuel López Obrador, que bajo modalidades de Asociación Pública-Privada u Obra Pública, implican inversiones por 294.1 mil millones de pesos… suma que ayudaría a paliar la recesión y a generar condiciones de mayor productividad en todo el país. Se presentarán en el marco de la reunión de la Conago y el apoyo del presidente en turno de esa conferencia, Juan Manuel Carreras, quien gobierna San Luis Potosí.

KC, bajo la lupa. Por lo visto la corredora Grupo KC, de Daniel Guzmán, sigue metiendo en líos a Metlife México. Se recuerda que la mayor promotora de la aseguradora internacional es señalada por irregularidades como cambiar las pólizas de sus asegurados sin aviso previo o contratar vendedores sin cédula de la CNSF: ahora resulta que la presidenta de la Mesa de Administración de Grupo KC, Martha Ríos Paniagua, tiene problemas con Hacienda por evasión fiscal, por lo que solicitó amparos bajo los expedientes 1082/10-14-01-8 y 2295/09-14-01-1, con lo que ahora el SAT no los perderá de vista.

Cines limpios. Y si va a ir al cine esta semana, vaya tranquilo pues son lugares de bajo riesgo, ya que sus protocolos de salubridad para impedir contagios de Covid-19 fueron avalados por la Sociedad Mexicana de Salud Pública, que dirige Miguel Betancourt. Los análisis científicos y seguimiento de esos protocolos es lo que confiere seguridad a las salas de las firmas agrupadas en Canacine, que preside Fernando de Fuentes.