El caso Odebrecht es el mayor escándalo de corrupción del continente americano. En Colombia, la Fiscalía concluyó que la constructora financió las campañas presidenciales de 2014 de Juan Manuel Santos y su competidor, Óscar Iván Zuluaga. En Ecuador la Fiscalía señaló al vicepresidente Jorge Glas por el delito de asociación ilícita en 2018. En Perú son tres los presidentes investigados, luego del suicidio del presidente Alan García, asociado a la investigación en su contra por este caso. En México se estima que los sobornos a funcionarios mexicanos ascienden a 10.5 millones de dólares. La lista la completan Argentina, Brasil, Panamá, Guatemala, República Dominicana y Venezuela.
Emilio Lozoya es una pieza clave del caso Odebrecht en México. El exdirector general de Pemex fungió como el encargado de enlazar a la constructora brasileña con Peña Nieto y Luis Videgaray y de cooperar en las presuntas operaciones ordenadas por ambos. El 11 de agosto, Lozoya presentó una denuncia ante la FGR en contra de Peña Nieto, Calderón, Videgaray, García Cabeza de Vaca, Ricardo Anaya, Carlos Salinas, junto con otros funcionarios públicos y congresistas mexicanos. La denuncia describe la forma en la que el dinero de la constructora se distribuía a las diferentes consultoras extranjeras de la campaña de EPN, la entrega de sobornos a congresistas del PAN para aprobar la Reforma Energética, la contratación en posiciones desventajosas para el Estado mexicano en el caso de Etileno XXI con Calderón y Agronitrogenados con Peña.
Rendición de cuentas criminal. Esta semana se filtró un video que muestra cómo le son entregados fajos y fajos de billetes a Rafael Caraveo, exsecretario técnico del Senado, relacionado con Jorge Luis Lavalle Maury, presidente de la Comisión de Administración del Senado en el sexenio pasado. De ser uno de los videos que obran dentro del expediente de la denuncia, pone en riesgo el proceso legal y la investigación que lleva a cabo la FGR. Lo anterior sería una pena, dado que éste es un caso inédito en la historia de México, en el cual existe la oportunidad de que tres expresidentes declaren ante las autoridades y que se puedan castigar a los funcionarios y congresistas implicados, en caso de comprobarse los hechos denunciados.
Rendición de cuentas política. La ineficiencia de nuestro sistema judicial no da mucha esperanza de que los presuntos responsables sean castigados. Más cuando los señalados en la denuncia son políticos relevantes: gobernadores, excandidatos presidenciales y expresidentes. Ante la complejidad de demostrar los dichos de Lozoya, la Cuarta Transformación está capitalizando la denuncia de Lozoya para terminar de dinamitar lo que queda del PRI y el PAN. Si la instancia criminal se obstaculiza, la difusión de este caso será suficiente para fortalecer a Morena de cara a las elecciones de 2021 y extender la vergonzosa agonía de una oposición corrupta e indefensa.
