Aparecen los respondones

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser Foto: larazondemexico

Más que cambio de reglas lo que ha venido pasando es que diversas formas y hábitos a los que estábamos acostumbrados son diferentes en este gobierno.

Lo que hemos visto es que el Presidente impone reglas, discurso y agenda con lo que su palabra se convierte en lo que puede determinar los hechos, aunque todo sea alcanzado por la terca realidad.

Las mañaneras son principio y fin de muchos acontecimientos en los cuales puede haber personas involucradas, las cuales no necesariamente tengan bases para hacerlo, pero al final quedan expuestas. Desde la tribuna se determina y a veces quedan en el maniqueo, terreno de verdades o mentiras; a veces no hay debate el discurso es lo que somete y define.

Así como han ido cambiando las formas, los actores de la sociedad han tratado de entender los “nuevos tiempos”, han ido asumiendo y aprendiendo, o eso parece.

Venimos de tiempos de complacencia y complicidad. Los actores políticos podrían tener diferencias con el Presidente, pero al final había “entendimiento”, porque tenían intereses y bases comunes.

Han cambiado las cosas y si algo va quedando claro es que el Presidente discute y debate poco y, en lo general, decide muchas veces sin escuchar, importarle o atender lo que en su entorno se argumenta.

Da la impresión de que los actores políticos han tardado en reaccionar y entender las sacudidas matutinas, por lo que han perdido capacidad de maniobra y acción. Saben que las cosas han cambiado y que están frente a un Ejecutivo legítimo y poderoso que determina, impone y que hace valer su gobernabilidad.

Las reacciones han tardado, pero poco a poco se van asomando. Lo que ha estado pasando es que sin pasar por alto el peso, la fuerza y legitimidad presidencial lo que en un primer momento eran silencios o tímidas respuestas, se van transformando en reacciones más firmes y decididas, por más que se estén llevando sus zarandeadas presidenciales.

Entre algunos gobernadores se está dando una reacción visible y firme. Es de suponerse que bajo esta lógica en el mediano plazo empiecen a aparecer más acciones de este tipo.

Como le decíamos hace unos días, hay gobernadores que han optado por el camino de entenderse con el Ejecutivo, sus razones tendrán, y hay otros que han decidido enfrentar al mandatario sin importar los costos.

En este sentido es para revisarse la mañanera de hace poco más de una semana en Tamaulipas, en donde el gobernador del estado hizo una serie de referencias que entran en los terrenos de múltiples interpretaciones, algunas de las cuales bien podrían estar dirigidas al Presidente; García Cabeza de Vaca se defendió y además señaló.

En Chihuahua, el gobernador tampoco está dejando pasar lo que dice el Presidente. El problema del agua en el estado es un asunto de décadas sin resolver. La reacción ciudadana si se quiere podría haber tenido dosis de manipulación, pero negar que es una auténtica demanda local es perder de vista lo que ha venido pasando a lo largo de mucho tiempo.

Javier Corral no es de los que deje la plaza vacía, está en su historia. Su reacción está bajo la lógica de su esencia y también en función de la información que tiene.

Estamos ante un asunto delicado, porque de nuevo aparecen signos de división entre gobernadores y la Federación, lo cual traerá consecuencias tarde que temprano.

Pareciera que el tiempo en que el Presidente se movía a sus anchas pudiera entrar a otra etapa, están apareciendo poco a poco los respondones.

RESQUICIOS.

Que conste.

“Es un problema que data de 1944. Es lamentable que se haya llegado a esto, las cosas se pudieron haber resuelto diplomáticamente. No somos movidos por nadie es nuestro interés buscar que el agua sea de nosotros. El hartazgo es por la desesperación, porque se están llevando nuestra agua. Esto va mucho más allá de la política, las declaraciones del Presidente nos laceran. La GN debió actuar de otra forma”.

Alexa Jiménez, representante de Mujeres Agricultores Defensoras del Agua, “Adelitas”.