Ganar-ganar

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero
David E. León Romero Foto: La Razón de México

Mañana se llevarán a cabo elecciones en Estados Unidos, donde el presidente Trump intentará ocupar la presidencia por 4 años más. Pronósticos sobre el resultado hay muchos y análisis sobre lo que podría suceder en México en caso de que gane uno u otro candidato abundan. Independientemente de ello, vale mucho la pena hacer un alto y analizar la gran importancia que tiene para ambos países y sus habitantes esta vecindad.

Más de 3 mil kilómetros de frontera nos unen y configuran una agenda multitemática. Treinta y seis millones de mexicanos se encuentran en territorio estadounidense, agregando productividad y generando recursos que a la postre se reflejan en la economía mexicana. La relación entre los presidentes Trump y López Obrador ha sido respetuosa y productiva, alejada completamente de aquellos pronósticos fatalistas que se auguraban antes de la elección en México en 2018.

En materia comercial, esta relación resulta imprescindible para ambos. Cifras al corte del mes de agosto configuran que el primer socio comercial de Estados Unidos es México, acaparando poco más de 14 por ciento de su comercio, por arriba de las transacciones establecidas con Canadá y con China. El T-MEC ha permitido una nueva oportunidad de desarrollo para ambas naciones, dejando de lado la incertidumbre de su renegociación. Producimos y vendemos a ese mercado gran número de productos de equipo de transporte y electrónicos, entre muchos otros productos e insumos que generan gran número de empleos en nuestro país.

Estados Unidos ha mostrado su colaboración con México bajo diferentes asignaturas, por mencionar sólo un par: su comprensión y apoyo en temas relacionados con el manejo de la emergencia por Covid-19 y su tolerancia ante los eventuales retrasos en el pago del Tratado de Aguas entre ambas naciones.

Somos vecinos, tenemos como toda vecindad diferencias, fricciones y presiones, pero, sin lugar a dudas, hemos logrado consolidar una relación ganar-ganar caracterizada por la colaboración y el respeto. Nuestras cadenas de suministro comparten gran cantidad de eslabones lo que se traduce en productividad y generación de ingresos para ambas naciones.

Los retos existentes y asignaturas pendientes entre ambas naciones son diversas; sin embargo, independientemente del candidato triunfador, la fortaleza de la relación prevalecerá. La seguridad, migración, medio ambiente y el comercio serán los temas fundamentales en la agenda antes y después de lo que el martes suceda.

En el pasado encuentro entre ambos presidentes en Washington en el mes de octubre, quedó de manifiesto que el respeto y la colaboración han sido la constante, soportada por intereses centrados en la seguridad y el comercio que ambos países cultivan. Ante los resultados que se han registrado bajo los efectos del Covid-19, resulta fundamental centrarse en lograr fortalecer alianzas para convertirnos en proveedores idóneos que permitan incrementar nuestras exportaciones y con ello atraer una mayor inversión que permita más empleos, mejor pagados.

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David E. León Romero