A pesar de las manifestaciones de sus partidarios republicanos en Washington el fin de semana y de la violencia que provocaron, por primera vez desde la elección presidencial en Estados Unidos, Donald Trump, el actual mandatario que buscó quedarse cuatro años más en la Casa Blanca, reconoció que su adversario demócrata, Joe Biden, fue el ganador, aunque, sin presentar prueba alguna, insistió en que “fue por ‘fraude’”.
Por medio de un tuit a través de las redes sociales, su medio favorito de comunicación, sostuvo que así fue porque el proceso “estuvo amañado y los votos fueron contados por una empresa privada con mala reputación y equipo engañoso”, en su vano y enfermizo afán de descalificarlo y con ello justificar su revés electoral.
DE ESTO Y DE AQUELLO...
Se agravó la situación en Perú, después de que el Congreso destituyó al presidente constitucional Martín Vizcarra, acusado de “incapacidad moral”, por lo que el presidente de aquél, Manuel Merino, lo reemplazó interinamente, lo que el sábado provocó una movilización más en su contra, reprimida por la policía con un saldo de dos muertos y más de una veintena de heridos que lo obligó a renunciar de inmediato para evitar más violencia.
Apenas en abril pasado, Vizcarra fue electo y tomó posesión, pero semanas después fue acusado de haber incurrido en actos de corrupción por un presunto o real soborno que recibió en campaña, lo que a pesar de haber negado, originó una investigación que concluyó con su remoción, por lo que Merino, como titular del Poder Legislativo lo reemplazó, entre protestas ciudadanas y represión, hasta la tragedia del sábado y la renuncia de éste.
Además del riesgo de que la iniciativa presidencial para presuntamente acabar con la subcontratación de personal abra las puertas de la cárcel a quienes incurran en defraudación fiscal en esquemas de outsourcing, organizaciones empresariales estiman que se perderán casi cuatro millones y medio de empleos, más los que se esfumaron por las crisis económica y sanitaria.
Dirigentes del sector privado agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial, que se sienten “traicionados por el Gobierno federal” que, contra lo ofrecido de que participarían y se escucharían sus opiniones para la elaboración de esa propuesta, se mostraron sorprendidos de que se les pretenda tratar como criminales.
Aun cuando tardaron, finalmente se giraron órdenes de aprehensión contra el exgobernador priista de Nayarit Roberto Sandoval, al que se le imputan varios delitos, como peculado y ejercicio indebido de funciones, por parte de la Fiscalía General de ese estado, en la que además tiene otras anteriores de la FGR por enriquecimiento ilícito y uso de recursos de procedencia ilícita, que es de lo que se le ha acusado desde que terminó su gestión.