En oootra explicación más sobre la salida de Alfonso Romo del Gabinete, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que fue porque “ya no quería estar en el Gobierno”, pidió no caer en conjeturas o especulaciones sobre su retiro porque, insistió, “seguirá siendo mi principal enlace con el sector privado”, y quien en dos años en ese cargo intentó, sin lograrlo, mejorar la relación de los empresarios con su hoy exjefe.
Anunció el Ejecutivo federal que la Oficina de la Presidencia que ocupara el empresario, desaparecerá porque “sin ser funcionario, nos va a seguir ayudando” lo que, dijo, se aprovechará “para ahorrar” porque ni Romo ni su personal cobraban, lo que obliga a preguntar ¿si estando dentro de Palacio Nacional y cerca de él, Romo no logró vencer el rechazo a sus colegas empresarios, acaso podrá hacerlo a distancia?
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Después de que representantes del sector privado aceptaron que se elimine el outsourcing, que en no pocos casos fuera mal utilizada, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, declaró que en ese tema, “para quitar la manzana podrida, el Gobierno quiere tumbar el árbol”, al señalar que la política pública no se puede dejar nada más a los políticos porque sus intereses son de muy corto plazo o carecen de un análisis profundo sobre las consecuencias en las actividades empresariales.
Esa parece ser una primera reacción del máximo dirigente empresarial, tras la salida de Alfonso Romo como Jefe de la Oficina de la Presidencia, que ciertamente ha motivado “conjeturas” y ”especulaciones”, ya que sólo muy ocasionalmente pudo frenar o, al menos, retrasar las órdenes u ocurrencias del mandatario y que originó aquella expresión del propio Salazar Lomelín de que les cerraron las puertas de Palacio Nacional, por el reiterado rechazo presidencial a cuanta propuesta para enfrentar la crisis económica presentaron.
Con su habitual franqueza, José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, alertó a los optimistas funcionarios del Gobierno lopezobradorista que la aplicación generalizada de la vacuna anti-Covid podría tardar hasta un año, por lo que recomendó seguir combatiéndolo con medidas de precaución, como aplicación de pruebas, cierre de algunas actividades, uso de cubrebocas, guardar distancia, evitar aglomeraciones y lavarse las manos varias veces.
Como para que no se olviden del caso de Emilio Lozoya Austin, el juez de control del Reclusorio Norte, Artemio Zúñiga Mendoza, volvió a girar orden de aprehensión contra su hermana, Gilda Susana, por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa por el caso de la planta Agronitrogenados.