Un fantasma recorre la ciudad

SURCO

Obdulio Ávila
Obdulio Ávila La Razón de México

Uno de los textos fundacionales del socialismo marxista es el Manifiesto del Partido Comunista de Carlos Marx y Federico Engels, su oración inicial es un clásico del pensamiento occidental y ahora que la autoproclamada Cuarta Transformación (¿o tercera restauración autoritaria?) encumbra en la Tesorería de la Federación a una destacada socióloga marxista, pero sin credenciales para el cargo; es oportuno parafrasear a los santos ocultos del actual sexenio para referirnos a otra tragedia, la del Covid-19, un fantasma recorre la Ciudad de México: la segunda ola del Covid.

El “quédate en casa” ha resurgido con fuerza en los mensajes gubernamentales a la par del incremento de medidas restrictivas a servicios, comercio y la movilidad de las personas, pero la destinataria es una población cansada de una emergencia sanitaria que cumplirá diez meses en 17 días y que ha lesionado salud, bolsillos, estructuras familiares y el ánimo de los capitalinos.

La pandemia nos ha dado nuestra primera vez en muchas actividades que la vida urbana no permitía o no nos los permitíamos, como pasar más tiempo en familia, hacer deporte, cuidar la ingesta de alimentos, tener tiempo para ver series, clases vía remota, leer, probar el comercio en línea, mejorar o adquirir habilidades o competencias nuevas.

Ha sido la primera vez en cuatro siglos, que la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe estuvo cerrada a las peregrinaciones. Los millones de peregrinos se redujeron a algunos miles que trataron de burlar las prohibiciones. Los accesos vehiculares a la ciudad tenían lonas que advertían del cierre del templo. La devoción tuvo que guardarse en casa y miles de comercios alrededor bajaron cortinas e ingresos.

Tradiciones heredadas del siglo pasado, como tomarse la foto con Santa y los Reyes Magos quedaron suspendidas, e igual recientes como las pistas de hielo.

La nueva peste ha ocasionado quiebras, desempleo y duelo. Lamentablemente, esto también ha sido la primera vez para miles de familias.

En el portal de datos abiertos de la ciudad se puede constatar el repunte de contagios y hospitalizaciones en la ciudad, los cuales son superiores que al inicio de la pandemia.

Sin embargo, no se requiere ciencia alguna para advertir que cuatro meses concentran el mayor número de eventos o días festivos en los cuales los mexicanos salimos a festejar, vacacionar, convivir o rezar: 31 de octubre, Halloween; 1 y 2 de noviembre, festividades de muertos; el Buen Fin que duró dos fines de semana; el puente por el Día de la Revolución; 12 de diciembre, Virgen de Guadalupe; reuniones de fin de año, 25 y 31 de diciembre; y 6 de enero.

El maratón que inició el 31 de octubre está apenas en su pico festivo; lo que ocasiona un creciente y continuo esparcimiento del virus llevando enfermedad y muerte. ¿Por qué las autoridades no previeron que habría un gran aumento de contagios debido a este periodo?

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