Seguramente que los diplomáticos de carrera se deben haber quedado pasmados con la propuesta del Presidente López Obrador de que el actual secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, sea el nuevo embajador de México en Estados Unidos, en sustitución de Martha Bárcena, quien después de 43 años en el servicio exterior, decidió jubilarse.
Sin antecedente alguno en la diplomacia del titular de la SEP, el mandatario anunció en su mañanera de ayer, que quien fuera secretario de Gobernación seis meses en el sexenio de Ernesto Zedillo, y después de Sedesol, estará —previa ratificación del Senado— al frente de la embajada mexicana más importante y complicada, como ha sido siempre la relación bilateral, ante el arribo de Joe Biden como nuevo presidente de la Unión Americana.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Ahora habrá que ver si a la salida del hoy titular de la SEP, Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior, es ascendido y se suma a sus demás familiares que ocupan distintos cargos en la 4T —a los que exhibió ayer el columnista Salvador García Soto—, o si AMLO echa mano de un gobernador priista, con presunta cercana relación con dirigentes seccionales de la —ésa sí— “domada” disidencia magisterial.
Como no se pudo aprobar la reforma al Banco de México, su aplazamiento empezó a ser aprovechado por el Presidente para cuestionar al gobernador y subgobernadores —aun los propuestos por él mismo—, a los que calificó de ser “muy dogmáticos”, y les pidió que sean “representantes del pueblo” —¿?— y “no empleados de los ‘machuchones’ de las finanzas, ya que sólo “se ajustan nada más al control de la inflación cuando lo que se necesita es desarrollo y bienestar.
De aquí a que la polémica y rechazada iniciativa empiece a ser analizada por diputados y senadores que conformarán la anunciada comisión bicameral, los integrantes del banco central, que encabeza el gobernador Alejandro Díaz de León, estarán en blanco de andanadas en las mañaneras que haya en lo que resta del mes y principios de enero, y también de legisladores de Morena y sus aliados.
Conforme avanzan las semanas, siguen los diferendos entre magistrados del Tribunal Electoral y consejeros del INE: los primeros en echar abajo los acuerdos y resoluciones de los segundos, como prohibir al Presidente interferir con declaraciones en el proceso, o el de paridad de género en la postulación de candidatas a gobernadoras, lo que acabará por ser un riesgo en las elecciones de 2021.
Por cierto que no pareció mera casualidad la gira del Presidente López Obrador a Sonora para inaugurar instalaciones de la Guardia Nacional, entidad en la que Morena dista de tener asegurada la gubernatura que estará en disputa, como se le ha hecho creer.