En medio de la segunda ola de contagios de Covid-19, que es más devastadora por la llegada del invierno en diferentes países, incluido México, dos de nuestros paisanos brillaron en el majestuoso recinto del Teatro Real en Madrid para darle un respiro a la industria del arte que se ha desplomado ante el duro golpe de la pandemia del coronavirus.
Elogiado por los expertos y conocedores de la ópera, el tenor mexicano Javier Camarena demostró su potencia vocal en el cierre del “Festival de Estrellas” que se llevó a cabo en el emblemático Teatro Real, en el corazón de la capital española. Después de meses de encierro y adoptando todas las medidas de seguridad para evitar contagios, los asistentes al Teatro Real de Madrid fueron testigos de un cierre con broche de oro en manos de Camarena y el director mexicano Iván López-Reynoso.
El público cubierto con las mascarillas que se han vuelto un accesorio de uso necesario en todo el mundo, agradeció con una larga ronda de aplausos la entrega del tenor que parece haber disfrutado mucho este reencuentro con las artes y con la gente, a cambio, no se guardó nada durante su interpretación que maravilló a los espectadores y a la crítica profesional.
El tenor mexicano hizo gala de su interpretación en francés de la ópera de Roméo et Juliette de Charles Gounod y de otras obras de los compositores italianos Gioachino Rossini y Gaetano Donizetti. Al finalizar su presentación y después de una ronda de aplausos que parecía no tener fin, el artista mexicano dedicó una canción a su amigo Armando Manzanero, quien murió hace unas semanas a causa de la terrible enfermedad que no ha parado su furia en el mundo, la Covid-19. Al son de “Esta tarde vi llover” del maestro Manzanero y con el piano como acompañamiento, Camarena se despidió del recinto español haciendo un homenaje a todos los que han fallecido a causa de esta enfermedad que cambió al mundo por completo e impactó en un sin fin de industrias, como lo es la de la cultura y las artes, y que costará mucho su recuperación.
La participación del director de orquesta nacido en Guanajuato, Iván López-Reynoso también es digno de nombrarse, pues es la primera vez que una batuta mexicana dirige en el Teatro Real de Madrid. La mancuerna López-Reynoso y Camarena quedará grabada para la historia del recinto madrileño y es un orgullo para nuestro país que sus nombres sean reconocidos positivamente en territorio europeo. Con 30 años de edad, Iván ha demostrado anteriormente sus habilidades artísticas en España y se espera que con este debut en el Teatro Real se abran más espacios para el joven mexicano, tanto en España como en otros países europeos, donde se encuentran los escenarios más importantes de la ópera y la música clásica en general.
Ante un momento tan difícil como el que estamos viviendo, la música es un bálsamo que nos ayuda a olvidar por un momento esta delicada situación de salud que esperemos termine pronto con la vacunación que ya inició. Mientras tanto, celebremos que el nombre de México siga brillando por el mundo con estas actuaciones magistrales de dos artistas excepcionales.