Frente a las amenazas de la mortal pandemia, la crisis climática, el supremacismo blanco y la polarización política que heredó, al tomar posesión como nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden hizo un llamado a la unidad como el camino que debe seguir su país, al declarar el de este miércoles como el “Día de la Democracia”.
Previo al momento de rendir protesta Biden, lo hizo la vicepresidenta Kamala Harris, ovacionada en varias ocasiones durante su mensaje, en el que también llamó a los estadounidenses a sumar esfuerzos y avanzar unidos para que esa nación recupere sus diferencias internas y recobre paz y progreso.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Tras el arribo del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la Casa Blanca, el de México, Andrés Manuel López Obrador, se apresuró a declarar que “coincide” plenamente con los tres principales planteamienos que expuso en su discurso inaugural: atender de inmediato la pandemia, reactivar la economía para que se deriven fondos con ese propósito y atender el cada vez más grave y amenazante problema migratorio.
Aún cuando en los dos primeros casos ha quedado claro que desde que comenzaron los contagios en China, países europeos y de otras naciones de América Latina a finales del 2020 y que se agravaron en el transcurso de este año, no merecieron la debida y urgente atención gubernamental, se espera que ahora, cuando Biden empiece a despachar en el Salón Oval, sí les ponga la atención que merecen.
El “síndrome del Aquimichú” que prevaleció en los dos sexenios anteriores en que gobiernos priista y panista, como la burrita de Venura Romero, “daba dos pasos pa’ delante y otros tantos para atrás”, aparece de nuevo en el actual, en el que se hacen declaraciones que ante las críticas que originan, obligan a dar marchas atrás, como en el caso de las andanadas del Presidente López Obrador a las investigaciones de la DEA por el caso del general Salvador Cienfuegos.
Después de que el mandatario descalificó al organismo antidrogas de Estados Unidos, tacharlo de irresponsable por acusar sin pruebas al exsecretario de la Defensa Nacional del gobierno peñista y decirse decepcionado de la forma en que actuó, fue secundado por el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, quien retó a la DEA y advirtió que acudirá a un tribunal internacional, ayer en su mañanera dijo que no quiere que esos reclamos escalen. Eso evitará que con un nuevo presidente en la Casa Blanca, la relación con EU, ya de suyo siempre difícil, se complique.
Sólo hay que ver la forma en que el mandatario demócrata inició su gobierno, al echar atrás lo que su antecesor hizo los cuatro años anteriores, para advertir de qué manera gobernará.