Si había alguna duda de la vuelta al pasado que tendrá el país en este sexenio, el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador la despejó ayer, al confirmar la recomendación del Centro Nacional de Control de Energía de que “se ahorre” ésta, y no se quede la gente sin energía eléctrica de manera permanente “sino que se pueda organizar el que haya apagones periódicos temporales de 30 minutos en las horas de mayor consumo, de 6 de la tarde a 10 de la noche”.
Eso es lo que ocurría allá por la década de los 60, en que los habitantes de toda la República padecieron interrupciones en el suministro que obligaron a los “apagones” en las primeras horas de la noche, cuando en los hogares se encendían luces en salas y recámaras y se conectaban aparatos eléctricos, aunque no había tantas plasmas, aparatos domésticos en uso, ni computadoras y celulares como hoy, lo que da idea de lo que ocurrirá.
DE ESTO Y DE AQUELLO...
Solos contra el mundo se quedarán dos de los Poderes de la Unión, el Legislativo y el Ejecutivo, si, como se prevé, la Cámara de Diputados, de mayoría de Morena, aprueba la iniciativa de reforma eléctrica del Presidente López Obrador, y si el Judicial no resuelve invalidarla por inconstitucional y violatoria de acuerdos internacionales, una vez que empiece a recibir controversias e impugnaciones de los afectados.
Y es que a partir de mañana, cuando dos de las tres comisiones a las que fue turnada en San Lázaro —una ya lo hizo— diputados morenistas se aprestan a dar luz verde sin mayores cambios, justo cuando dentro y fuera de los recintos legislativos hay rechazo y, peor aún, las Cámaras de Comercio de más de una docena de países con inversiones en el sector eléctrico le han pedido al Presidente que no sea aprobada por los cuantiosos daños económicos y jurídicos que originará.
Horas antes, esto mismo fue advertido por la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, que preside el diputado priista Fernando Galindo, exsubsecretario de Hacienda, de aprobarse esa iniciativa tendrá efectos negativos sobre las finanzas públicas, medio ambiente y encarecimiento de tarifas, al destruir los prospectos de generación barata y limpia.
Empresarios del organismo Clúster de Energía Coahuila difundieron un comunicado en el que señalan al Presidente López Obrador como responsable de haber ordenado la cancelación de contratos para la extracción de gas en ese estado, en repuesta a lo que dijo, y repitió en su mañanera de ayer, que “no existió ningún plan en el país para extraer gas”.
A la par, legisladores y alcaldes de Morena que buscan reelegirse, le cierran el camino a militantes que esperaban contender por esos cargos.