$915,080 por minuto

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal La Razón de México

915 mil 080 es la cantidad de pesos que perdió PÉMEX, cada minuto, en 2020. Sí: cada minuto.

PÉMEX, la empresa productiva (no se rían) del Estado, perdió el año pasado 480 mil 966 millones 200 mil pesos ($480,966,200,000), lo que equivale a una pérdida diaria de 1 mil 317 millones 715 mil 616 pesos ($1,317,715,616), equivalentes a 59 millones 904 mil 818 pesos por hora ($59,904,818), lo que equivale a los ya mencionados 915 mil 080 pesos por minuto ($915,080), cifras que muestran que PÉMEX es incapaz de operar para beneficio de los mexicanos, ¡su razón de ser!, para lo cual lo primero que debe lograr son ganancias, de las cuales repartir en beneficio de los mexicanos. ¿De todos? ¿De los más necesitados? ¿De los mexicanos en su calidad de ciudadanos? ¿De los mexicanos en su calidad de consumidores de energéticos, gasolina y diesel? ¿De qué manera se debería de llevar cabo el reparto? ¿En dinero? ¿En bienes? ¿En servicios? ¿Bienes privados? ¿Bienes públicos?

El primer problema con PÉMEX, que explica en buena medida los pésimos resultados obtenidos, y no solo en 2020, es que es una empresa del gobierno, en la cual el derecho de propiedad no está puntualmente definido. ¿A quién pertenece PÉMEX? Y no me refiero al recurso natural, sino a los fierros. No al petróleo, sino a la empresa.

¿A quién pertenece PÉMEX? equivale a preguntar ¿quién, para todo efecto práctico, ejerce el derecho de propiedad sobre la empresa? Para responder tengamos en cuenta que el derecho de propiedad es el derecho a la libertad para usar, disfrutar y disponer de lo que es de uno, de la manera que a uno más le convenga, y que una de las maneras de disponer de lo que es de uno, que es la que realmente define al derecho de propiedad, es poder ofrecer a la venta aquello que es de uno, cuando y como a uno más le convenga. ¿Quién puede ofrecer a la venta a PÉMEX? ¿El presidente de la república? ¿La secretaria de energía? ¿Su director general? ¿El gobierno? ¿El Estado? ¿El congreso? ¿Todos los mexicanos, siempre y cuando seamos eso: todos?

¿Quién, para todo efecto práctico, ejerce el derecho de propiedad sobre PÉMEX? ¿A quién le pertenece la empresa? Para ese efecto, el práctico, PÉMEX no tiene dueño, sino administrador, lo cual genera incentivos a favor, no de una buena administración, sino de una mala, y la primera razón es que un burócrata que administra mal una empresa gubernamental, y la quiebra, no sufre un quebranto patrimonial. En cambio, si un propietario, un empresario dueño de los activos, administra mal su empresa y la quiebra, él sufre un quebranto patrimonial y, en cuanto a generar los incentivos correctos a favor de una buena administración, en ello radica la principal diferencia: la propiedad.

Por lo pronto el año pasado PÉMEX perdió 915 mil 080 pesos cada minuto.

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