Uno de los mayores desafíos para la actual administración es el de la salud. Desde la llegada de Morena al poder se tomaron decisiones muy controvertidas. Quizá la que más ha afectado a los mexicanos ha sido echar abajo el sistema de salud existente, alegando corrupción, pero se hizo sin tener una estructura que sustituyera el sistema anterior.
Es verdad, hubo corrupción en algunas licitaciones en concreto, pero el sistema de salud funcionaba.
Se vino abajo el Seguro Popular y se echó a andar el Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi; además, inició una auténtica guerra con la industria farmacéutica nacional y se ordenó el veto de las tres principales distribuidoras de medicamentos en México, lo que trajo como consecuencia un desabasto de medicamentos nunca antes visto en nuestro país.
Si bien es cierto que el sector salud ya sufría una crisis, las medidas tomadas han acentuado el problema. Lo que sí funcionaba perfecto era el Programa Nacional de Vacunación.
Uno de los casos más preocupantes hoy en día es que ha habido una disminución en la cobertura del cuadro básico de inmunización, y es que simplemente se han dejado de adquirir los fármacos.
Estamos hablando de vacunas contra tétanos, difteria, sarampión, rubeola, hepatitis B, la prevalente acelular, y los refuerzos de éstas en adolescentes y adultos.
Manejar vacunas es un proceso muy complicado, pero indispensable para tener un México con salud, que tiene que llegar a los lugares más remotos del país.
Lejos quedaron los tiempos en los que México era considerado líder en el programa de vacunación universal para niños en América Latina.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud, en 2019 se registró el desabasto en seis de 10 vacunas en México.
Según la OMS, hubo problemas para abastecer los biológicos de BCG (contra la tuberculosis), DPT (difteria, tosferina y tétanos), hepatitis B, sarampión, TDAP (tétanos, difteria y pertussis acelular) y Tb (tétanos y difteria), en diversas edades. Esto trajo como consecuencia que en ese año aumentaran los casos de tuberculosis, tosferina y tétanos, además de eventos de sarampión.
Lo cierto es que la pandemia por Covid-19 ha empeorado el panorama para los pacientes ante la falta de medicamentos, espacios médicos y escasez del personal de salud, quienes han tenido que dedicarse a atender la situación actual.
El desabasto no sólo es en vacunas, sino en casi todas las medicinas e insumos médicos, lo que ha provocado un grave daño a la salud de los mexicanos, ya que se han interrumpido tratamientos de varias enfermedades.
De acuerdo con el informe “Mapeando el desabasto en México. Reporte de la plataforma Cero Desabasto 2020”, elaborado por el Colectivo Cero Desabasto e impulsado por Nosotrxs, el 2020 fue un año atípico para el sistema de salud, ya que, al analizar los datos de desabasto, se observó que el número de reportes de no surtimiento se ha mantenido al alza, aun cuando las atenciones de salud para pacientes que no están enfermos de Covid-19 han disminuido de manera considerable.
Todas son importantes
Para poner un ejemplo, las detecciones de diabetes mellitus pasaron de más de 9 millones en 2019 a 4.2 millones en 2020; mientras que las consultas de cáncer de mama y cervicouterino cayeron 52% y 57%, respectivamente, con respecto a las consultas otorgadas en 2019 (DGIS 2020).
El Colectivo Cero Desabasto señala que, de mayo de 2019 a diciembre de 2020, recibieron más de 3 mil 700 reportes sobre el no surtimiento de medicinas, insumos y tratamientos en las instituciones públicas de salud del país.
La mayor cantidad de reportes de desabasto se han hecho en la Ciudad de México, Estado de Mexico, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León y Veracruz. Juntos concentran el 55% de los casos registrados en la plataforma cerodesabasto.org.
Los pacientes más afectados por el desabasto de medicamentos en México son, en primer lugar, quienes padecen cáncer; y es que el análisis de los datos arroja un aumento de casos en el segundo cuatrimestre de 2020 de más del 188%. En segundo lugar, se encuentran quienes padecen diabetes, hipertensión y VIH.
El ISSSTE se mantiene a la cabeza en la falta de medicamentos para enfermedades cardiacas y de manejo para la diabetes; el IMSS encabeza la lista en la falta de medicamentos para tratar enfermedades oncológicas, antirretrovirales y trastornos mentales, mientras que el Insabi tiene mayor desabasto en medicamentos para la diabetes y cáncer.
El estudio revela que esta crisis en el sector salud está afectando a quien sería el objetivo primordial del Presidente López Obrador, ya que la escasez de medicamentos impacta particularmente a grupos vulnerables, como los niños, niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas, generando círculos viciosos de pobreza, contribuyendo al aumento de la desigualdad.
Es fundamental armar un sistema de salud sólido, con medicamentos. Si no se hace algo inmediatamente para fortalecer el sistema de salud, trabajar en la prevención de las enfermedades, por ejemplo, la diabetes, si no se previenen enfermedades con vacunas, si no se adquieren medicamentos oncológicos, tendremos un sistema de salud colapsado. Es mucho más fácil y barato para el Estado prevenir y controlar estas enfermedades.
No se pude dejar pasar más tiempo, y hay que dar un golpe de timón en la estrategia para abastecer medicamentos.