Regiones: asimetrías latentes

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra
Arturo Vieyra larazondemexico

Las crisis de salud y económica han tenido un efecto diferenciado entre sectores y regiones del país. Si bien el golpe que generó la pandemia fue bastante generalizado, provocando una caída en todas las regiones del país durante los meses de abril y mayo pasado —que fueron los meses de mayor deterioro productivo—, a medida que se ha venido gestando la reactivación desde el segundo semestre del año pasado, el desempeño regional ha sido heterogéneo, estando en función de la naturaleza de la recuperación económica.

Una referencia obligada para este tema es el “Informe sobre las economías regionales” elaborado por Banxico. Se trata de un documento de coyuntura de gran calidad analítica, en donde detalla la evolución reciente de cuatro regiones del país (centro, norte, centro norte y sur), donde además de describir la situación productiva y de la inflación, muestra las perspectivas empresariales sobre la situación en cada región.

En dicho documento se corrobora la disparidad en el proceso de recuperación económica entre regiones al cuarto trimestre del año pasado. Si bien hubo una recuperación en todo el país, las regiones norte y centro norte han mostrado un proceso de reactivación más vigoroso, en tanto que el centro, aunque también tiene un buen desempeño, es menor su crecimiento respecto a las zonas norteñas. El sur del país es la región que menor ímpetu y mayor rezago muestra en su proceso de reactivación.

Las causas de esta asimetría se encuentran en los impulsores de la recuperación económica. Comentamos en este espacio anteriormente que el principal impulsor de nuestra economía es el crecimiento de Estados Unidos, que acarrea nuestras exportaciones y, por tanto, las regiones norte y centro norte que tienen una base manufacturera y exportadora muy sólida son las que han podido salir de la crisis mucho más rápido. Si bien el centro del país cuenta con una base manufacturera importante, también tiene una predominante orientación a los servicios, los cuales fueron muy afectados por la pandemia y frenaron el crecimiento de esta región.

El sur, la región más desprotegida por décadas, ha sido en esta ocasión también la más afectada, su trunca recuperación obedece a la casi permanente parálisis del sector turismo, cuya caída productiva no ha podido restablecerse. Pero no todas son malas noticias en el sur, el documento de Banxico especifica que la producción del sector petrolero ha contribuido favorablemente evitando una situación productiva peor para la región.

Las perspectivas son positivas, aunque el desempeño regional continuará siendo asimétrico. El crecimiento de Estados Unidos en este año será espectacular, gracias a los apoyos fiscales y monetarios de su Gobierno, ello promoverá nuestras exportaciones y fortalecerá el norte y el centro del país todavía más. En el sur, la recuperación del turismo será muy gradual, pero las megaobras del Gobierno contribuirán a un mejor desempeño.

Empero, el riesgo del Covid continúa latente, la situación económica es totalmente dependiente de la agilidad del proceso de vacunación. El riesgo mayor está a la vista, una tercera ola de contagio se aproxima, su magnitud puede ser considerable dada la temporada de Semana Santa. Conviene a todos atender las indicaciones de la autoridad y evitar la movilidad en la medida de lo posible.

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