El Canal de Suez bloqueado y el ascenso de China

EL ESPEJO

Leonardo Núñez González Foto: La Razón de México

La imagen del buque carguero Evergreen encallado en el Canal de Suez, bloqueando el paso de cualquier otro barco en esta importante ruta comercial, le ha dado la vuelta al mundo no sólo por lo impresionante del evento, sino por las consecuencias económicas del bloqueo y porque revela la fragilidad de la compleja red de comercio global.

Desde su construcción a mediados del siglo XIX, el Canal de Suez se convirtió en una de las obras de ingeniería más importantes, debido a que creó un camino directo entre las aguas europeas del mar Mediterráneo y las asiáticas del mar Rojo, permitiendo la circulación de barcos en una ruta que evitaba que tuvieran que rodear todo el continente africano para poder llegar a Europa. El ahorro de tiempo y dinero que esto implicó ayudó a convertir este espacio en uno de los puntos privilegiados para detonar el intercambio comercial. Actualmente, se estima que entre 10% y 15% del comercio global transita a través de este canal.

No se trata de la primera vez que este canal es bloqueado, pues, por ejemplo, en medio de la Guerra de los Seis Días entre Israel y sus vecinos en 1967, varios buques que transitaban por el canal recibieron impactos del fuego cruzado, uno de ellos fue hundido y el resto quedó atrapado. El Gobierno de Egipto decidió bloquear el comercio a través de esa ruta como una forma de generar presión entre los países europeos y Estados Unidos sobre su apoyo a Israel, lo cual fue inútil. La ruta comercial permaneció cerrada por 8 años más.

Aún no es claro cuánto tiempo tardarán en lograr retirar el bloqueo, pues los esfuerzos por dragar las orillas del canal para permitir que el buque pueda volver a flotar han tenido poco éxito y es probable que tenga que articularse un lento esfuerzo por retirar parte de la carga para intentar remolcar al carguero. Pero en los pocos días que este evento ha sucedido ha implicado pérdidas millonarias, pues se ha detenido por completo el tránsito de barcos, que en promedio son alrededor de 50 diarios y unos 19 mil al año. El flujo comercial que se daba en los años sesenta no tiene nada que ver con el actual, pues con el crecimiento acelerado y la importancia actual de los países asiáticos en el comercio mundial, la ruta se vuelve más importante que nunca.

El enorme proyecto de infraestructura y diplomacia regional que está realizando China para crear su nueva ruta de la seda, por ejemplo, se basa en la construcción masiva de obras en diversos puntos de las costas asiáticas y africanas para garantizar el flujo masivo de mercancías hacia Occidente. Sin embargo, esta misma iniciativa no sólo apuesta al comercio marítimo, pues también se construye una extensa red de ferrocarriles que permitirá conectar en una sola gran ruta comercial a China y Alemania. Hoy una parte del comercio entre estas dos áreas está a merced de esta clase de accidentes, pero China ha puesto manos a la obra para tener alternativas. Con esto a su disposición, avanza en su camino para convertirse en la potencia económica mundial.

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