A pesar de las amenazas y presiones de Morena, el Instituto Nacional Electoral ratificó la sanción a Félix Salgado Macedonio, aspirante a gobernar Guerrero, y a Raúl Morón, aspirante a gobernar Michoacán, y volvió a imponer la cancelación de las candidaturas luego de que el Tribunal Electoral federal le ordenará volver a valorar las sanciones a que ambos aspirantes se hicieron acreedores, por omitir entregar reportes de gastos e ingresos de precampaña.
La presión fue fuerte, incluso Salgado Macedonio, estando en un plantón frente al instituto electoral aseguró que si no se le regresaba la candidatura no habría elecciones en su estado, y amagó con dar la dirección personal del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova.
Con seis votos a favor y cinco en contra, el Consejo General del INE le ordenó al partido sustituir a Salgado Macedonio en un plazo máximo de 48 horas. El castigo fue el mismo para el candidato de Morena al gobierno de Michoacán, Raúl Morón, aunque, en este caso, el INE concedió un plazo de hasta 5 días para que el partido haga la sustitución de candidatura.
La realidad es que el INE no hace las leyes, solamente las aplica. Lo sucedido esta semana fue la aplicación de las leyes electorales que se hicieron en el congreso hace unos años. Muchos de los que hicieron esas leyes, hoy están en Morena, y son los que exigen que se violen esas leyes.
Estamos hablando de las reformas electorales del 2007-2008, impulsadas principalmente por el PRD, en una coyuntura del conflicto postelectoral del 2006, y donde tuvieron una posición privilegiada para introducir una serie de candados que buscaban garantizar condiciones de equidad en la contienda.
En ese entonces cambió la fórmula para el financiamiento público, la regulación para el acceso de los partidos a la radio y la televisión, se prohibió́ de manera definitiva la compra de publicidad política y electoral a toda persona física o moral, y se formalizó la facultad de la autoridad administrativa y jurisdiccional de juzgar el contenido de la propaganda electoral, palabra por palabra, cuadro por cuadro, para determinar lo que los partidos y candidatos estaban autorizados para decir y lo que tenían vedado.
Se redujeron los tiempos de campaña y se establecieron divisiones entre los tiempos de precampaña, intercampaña y campaña.
Para 2014, se llevó a cabo la transformación del Instituto Federal Electoral al Instituto Nacional Electoral, no se trató simplemente de una mudanza, fue el cambio de nueve a 11 consejeros, con los que actualmente se cuenta.
Amagos contra consejeros
Lo cierto es que el Instituto Federal Electoral, ahora Instituto Nacional Electoral, nació hace más de tres décadas. Desde ese momento se ha evitado otra “caída del sistema”, como la ocurrida en 1988, así como un verdadero “robo o fraude electoral”, pese a los constantes reclamos de distintos actores políticos.
Ha habido alternancia después de 70 años del PRI en el poder, llegó el PAN durante dos sexenios, y después regresó el PRI otro sexenio, para darle paso a Morena. La gente votó y decidió quiénes querían que fueran sus gobernantes y se respetó.
El INE, antes IFE, surgió el 11 de octubre 1990, como resultado de las reformas realizadas a la Constitución en materia electoral. El Congreso de la Unión expidió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), en esa ocasión se ordenó la creación de una institución imparcial que diera certeza, transparencia y legalidad a las elecciones federales.
La parte medular se dio en 1996, cuando el Congreso de la Unión realizó una nueva reforma electoral que permitió reforzar la autonomía e independencia del IFE, al desligarlo por completo al Poder Ejecutivo y se reservó el voto dentro de los órganos de dirección para los consejeros ciudadanos.
Un año después surtieron efectos esos esfuerzos, en las elecciones del 6 de julio de 1997, cuando el partido hegemónico, el PRI, perdió la mayoría en el Congreso de la Unión, varios estados y la capital del país, la cual quedó en manos del fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas.
Un momento histórico clave para quien era líder nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, pues ese partido no sólo se llevó el Distrito Federal, sino que por primera vez obtuvo una representación digna en el Congreso, lo que le permitió construir su plataforma.
Para el año 2000, el entonces IFE vivió otro de sus momentos históricos, pues fue el proceso electoral de la alternancia a nivel federal con la llegada de Vicente Fox a Los Pinos, con la coalición Alianza por el Cambio, encabezada por el PAN. Fox obtuvo el triunfo con un amplio margen de votación: seis puntos porcentuales y la renovación del Congreso fue total y la pluralidad.
Y fue el año en que el PRD consolidó y amplió su política en el Distrito Federal, cuando el IFE validó el triunfo de Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno. Ernesto Zedillo, todavía presidente de México y priista, respetó en todo momento la autoridad electoral y acató los resultados.
Después de 30 años, las mayores iniciativas para modificar la vida electoral de México emanan del partido gobernante, Morena, con 39, el mayor número de ellas fueron presentadas entre octubre y noviembre de 2018, y abril de 2019.
Por supuesto que hay cosas que se pueden y deben de mejorar en el Instituto Nacional Electoral, pero lo cierto es que México es un país donde hay alternancia y democracia, que ha costado años para construir y es desde ese Instituto donde se han logrado estos avances.
Los consejeros del INE, que han podido hacer que se respete la ley a pesar de las presiones, han sido muy valientes y están cuidando la democracia de México.