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PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal larazondemexico

En el más reciente Análisis Económico Ejecutivo, del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), leemos que “México tiene una posición privilegiada, tanto por el lado externo como por el interno, para restablecer una senda de crecimiento sólido con un potencial mejor que el de años recientes”, para lo cual “hay que tomar las decisiones y acciones acertadas de política económica para aprovechar esas oportunidades”.

Mejorar el potencial de crecimiento de la economía, ¿qué quiere decir? Para responder veamos cuál ha sido el crecimiento de la economía mexicana en las últimas décadas.

De 1934 a 1981 el crecimiento de la economía mexicana fue, en promedio anual, 6.17 por ciento. En 1982, consecuencia de la “Docena trágica”, los sexenios de Echeverría y López Portillo, perdimos el crecimiento elevado, y de 1982 a 2019, antes del Efecto Covid-19, la economía mexicana creció, en promedio anual, 2.27 por ciento. Tomando en cuenta el Efecto Covid-19, entre 1982 y 2020 el crecimiento de la economía mexicana fue, en promedio anual, 2.00 por ciento. La buena noticia: hubo, con sus altibajos a lo largo del camino, crecimiento. La mala: fue muy mediocre.

Mejorar el potencial de crecimiento de la economía tendría como resultado mayores tasas de crecimiento, lo cual se traduciría en más producción y oferta de bienes y servicios, en más creación de empleos, en más generación de ingresos, todo ello condiciones necesarias para elevar el bienestar de la gente.

Leemos, en el documento del CEESP, que “el país tiene muchas oportunidades para retomar un crecimiento ‘potencial’ más elevado del que muestra la experiencia de los últimos años”, y que “el punto es que se tomen las medidas para aprovechar al máximo dichas oportunidades”, medidas que debe tomar el gobierno con un solo objetivo: recobrar la confianza de los empresarios, para que inviertan directamente más, mucho más, de lo que han invertido en los últimos dos años.

Coincido con el CEESP: la economía mexicana cuenta con un buen potencial en materia de crecimiento. Lo que falta son las condiciones para poder actualizarlo, mismas que se sintetizan en una sola: confianza empresarial, sin la cual no se logra el mayor crecimiento económico posible, no debiendo conformarnos con menos.

¿Cómo pinta el futuro de la economía mexicana en materia de crecimiento? A la pregunta por el crecimiento promedio anual de la economía en los próximos diez años (2022-2032), los economistas del sector privado, encuestados en marzo por el Banco de México, respondieron 2.23 por ciento (la media de las 37 respuestas recibidas), ligeramente por debajo del promedio anual entre 1982 y 2019, antes del Efecto Covid-19, 2.27 por ciento. La buena noticia: se espera crecimiento. La mala: mediocre.

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