Mucho hemos elogiado el desempeño exportador como motor de la recuperación económica en México durante los últimos meses. Y no es para menos, de los componentes de la demanda (consumo de las familias y del Gobierno, inversión y exportaciones), los envíos foráneos son los únicos que han recuperado su nivel previo a la crisis.
No obstante, el surgimiento de una tercera ola de contagios a nivel mundial y problemas de abasto de insumos en la industria automotriz han generado preocupaciones en torno al desempeño exportador. Las cifras de marzo de la balanza comercial matizan en buena parte estas preocupaciones, además de que dan señales positivas por el lado de las importaciones en torno a la recuperación del consumo y la inversión. Vale la pena mirarlas con atención.
Después del freno impuesto por el incremento mundial de los contagios por Covid-19 a las transacciones de comercio exterior durante enero y febrero, tanto las exportaciones como las importaciones repuntan de manera saludable en marzo.
Las exportaciones en marzo avanzan 4.3% respecto a febrero y las importaciones dan un brinco espectacular al incrementarse 18.4%. Vale la pena mencionar que los niveles de exportaciones y de importaciones ya son sensiblemente más altos que los registrados antes de la crisis. Por ejemplo, en marzo las exportaciones ya son 10% mayores a las de marzo del 2019 y las importaciones 22.6%.
Cabe destacar que al interior de las exportaciones manufactureras se distinguen dos tendencias opuestas: Primero, se registra un repunte muy acentuado de las exportaciones no automotrices que vienen de la mano con la recuperación de la economía de Estados Unidos. En el primer trimestre, se incrementan 6.1% respecto al nivel que se registró en el mismo periodo del año pasado.
En segundo lugar, por el contrario, las exportaciones del sector automotriz registran una caída de -4.8% anual en el primer trimestre derivado de la parálisis del sector que se ha generado a nivel mundial por la falta de insumos electrónicos. Hay preocupación evidente en torno al desabasto de insumos para las exportaciones la industria automotriz (representan casi una tercera parte de las exportaciones mexicanas), si bien este proceso se vislumbra como temporal, no se espera una pronta recuperación.
Las importaciones muestran un comportamiento favorable apuntando la recuperación del mercado interno. Las compras foráneas de bienes de consumo y de capital aumentan significativamente respecto al mes anterior (8.7% y 8.9% respectivamente), superando también los niveles previos a la crisis.
La balanza comercial en marzo reportó un déficit de 3.0 mil millones de dólares, el más grande históricamente para un mes similar. Acumulado en el año, se registra un déficit de 1.6 mil millones de dólares. Cabe notar que la tendencia hacia un déficit de la balanza comercial (debido a la recuperación económica) contrasta con el enorme superávit que se registró el año pasado (34 mil millones de dólares), promovido por la caída de la demanda y la inversión principalmente. Empero, el abultamiento del déficit en este año no significa, por lo menos hasta ahora, un elemento de preocupación para la paridad peso-dólar.
Un balance positivo de las cifras de comercio exterior que apoyan la expectativa de recuperación de la economía.