Todo político se transforma a partir del cotidiano ejercicio del poder. Andrés Manuel López Obrador no es la excepción. La metamorfosis presidencial desplaza el discurso oficial de la conciliación, hacia imposiciones que se legitiman desde sus personales convicciones respecto a democracia y voluntad popular.
Los frentes abiertos desde Palacio Nacional se multiplican y judicializan. Polarizan. Anulan a opositores vergonzantes que no logran articularse como contrapeso, ya sea por sus pecados de origen o por complicidades que sobreviven, culpas que paralizan. La oposición formal a la 4T duda, teme, se aflige y se afloja.
El intelecto político nacional se agrupa alrededor de figuras prominentes que buscan resistir sin destruir. Porfirio Muñoz Ledo enarbola, en la recta final de su trayectoria, una bandera urgente, sana y necesaria. La de oponer ideas y argumentos al poder del Presidente para que las anécdotas históricas y las fobias políticas, no guíen un futuro necesitado de transformación con más sentido social, patriótico, democrático, liberal y progresista.
La Razón adelantó ayer apuntes de la nueva épica republicana del diputado morenista Muñoz Ledo. Su iniciativa para, dice, revolucionar conciencias y atemperar, encauzar y enriquecer los afanes justicieros de la 4T, esquivando y bloqueando aquellos precipicios retóricos que la pueden convertir en regresión autoritaria, alentada por exceso de aplausos y temores.
Para que la 4T sea, ha de ser inteligente, reflexiva, coral. Nutrirse de más ideas y mejores análisis, de experiencias que no son sinónimo de complicidad o perversión ideológica. Aglutinar mentes y prestigios para ofrecer una resistencia constructiva a la 4T, demuestra como el orden se altera, que los partidos deben alinearse con la sociedad y sus mejores representantes, no al revés.
Porfirio Muñoz Ledo y otros intentan hoy construir una nueva masa crítica y actuante que responda a las mañaneras por las tardes, que contraste esos infinitos contextos emancipadores y revanchistas —justificaciones— con un entramado intelectual, técnico y jurídico más complejo y eficiente, para realmente transformar, convencer; no sólo imponer.
Si la convocatoria de Don Porfirio agita, reeditará grupos de discusión, debate y estudio; su vitalidad habrá, una vez más, redituado a la eterna transformación nacional.
Llamado desde la esencia cuatroteísta para revisar con valor y valores el proceso que la voluntad mayoritaria encargó al Presidente López Obrador. Sin anular al otro, sin absolutos que dividan en vez de sumar. Para que la cuña apriete, aquí está la mejor madera del mismo tronco.
Popularidad de TV Azteca. Con datos de la empresa Nielsen-IBOPE México, sabemos que la televisora de Ricardo Salinas superó récords de audiencia en el primer trimestre del año. En el horario estelar, TV Azteca sumó 40.5 por ciento del rating nacional total. Más de 31 millones de hogares (94 por ciento) sintonizan frecuencias de TV Azteca.
Entretenimiento, cercanía a intereses generales con una barra de programas informativos y de análisis editorial plural, son atributos que los televidentes reconocen en la oferta de TV Azteca.
