La vacunación avanza

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero La Razón de México

Los contagios y fallecimientos afortunadamente disminuyen. Los mexicanos hemos tenido un comportamiento ejemplar, hemos hecho un esfuerzo importante por atender las recomendaciones del sector Salud para juntos salir de este doloroso episodio. El país se ha pintado de verde y amarillo casi en su totalidad en cuanto al semáforo de riesgo epidémico. Independientemente del momento que el Covid-19 vive en nuestro país, no podemos olvidar el dolor que nos ha provocado y los cientos de miles de mexicanos que han visto incompletos sus hogares.

Parte fundamental para encontrarnos en este punto ha sido el proceso de vacunación que avanza de forma adecuada. Un esfuerzo de distintas dependencias y niveles de Gobierno para lograr aplicar el mayor número de vacunas en el menor tiempo posible.

Algunos regatean el reconocimiento y agradecimiento a los involucrados, pero la gran mayoría coincide en la gran organización y eficiencia que se ha alcanzado en el proceso de aplicación. ¿Recuerdas el caos que fue al inicio la aplicación en algunos puntos del territorio nacional? El proceso se ajustó logrando una logística ejemplar con la participación del personal de la salud, soldados, marinos y otros servidores públicos, desde el registro hasta la aplicación. Claro que conseguir y aplicar eficientemente las vacunas es parte de las responsabilidades del Gobierno, pero no está de más reconocer el esfuerzo y más que eso, el resultado que en México se ha logrado.

La gestión del Gobierno de México con los laboratorios internacionales ha sido altamente exitosa. Mientras gran número de países han tenido acceso a un número muy reducido de vacunas, México ha logrado obtener más de 37 millones de ellas, de las cuales se han aplicado poco más de 30 millones, colocándose entre los primeros lugares, por encima de España, Canadá, Chile, Argentina y muchos otros.

La vacunación avanza y los resultados demuestran que vamos bien, por supuesto que podríamos ir mejor, pero frente a la competencia que se vive a nivel mundial por obtener las dosis, el caso mexicano resulta satisfactorio.

La estrategia ha sido ejemplar, ha permitido priorizar a aquellos que son más vulnerables, como los adultos mayores y las mujeres embarazadas. Ha permitido garantizar que aquellos que más lo necesitan tengan acceso a la vacuna, en la medida de la disponibilidad existente, sin importar la comunidad en la que habitan o el nivel socioeconómico que los caracteriza.

Poco a poco la dinámica de nuestras comunidades se acelera. Frente a nosotros aparecen retos realmente complejos que requerirán esfuerzo y paciencia para ser vencidos. El regreso a las aulas, que costará trabajo a chicos y grandes, y la tan ansiada recuperación económica, que permita generar inversiones y crear empleos, por mencionar sólo dos. El Covid-19 nos ha dejado enormes enseñanzas y sus amenazas aún no terminan. Debemos estar unidos y trabajar en equipo para salir de ésta lo mejor librados. Afortunadamente, juntos, hemos logrado lo que parecía lejano y hasta imposible, que la vacunación avance.

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