No hay 2024 sin 2021

FRENTE AL VÉRTIGO

Pedro Sánchez Rodríguez larazondemexico

No hay 2024 sin 2021. La elección del pasado domingo inaugura formalmente la carrera por el 2024, que sin duda será —nuevamente— la elección más importante en la historia moderna de México. El mapa político del país cambió de manera radical, Morena confirmó que es la fuerza política más importante y desplazó al PRI como el partido con el mayor número de gubernaturas, si bien no controla junto con sus aliados dos terceras partes de San Lázaro, tiene mayoría en la Cámara de Diputados.

El éxito de la oposición en la elección de 2021 fue sobrevivir. Los pronósticos, previo a la elección, apuntaban a que Morena no conseguiría la mayoría calificada. Aun así, el respaldo popular sigue siendo un voto de confianza para el Gobierno en turno.

El trienio que viene se antoja mucho menos transformador que el que pasamos. La distribución presupuestal del Ejecutivo está en manos de una Cámara de Diputados menos controlada, los cambios constitucionales parecen alejarse como una opción factible para lograr los cambios pretendidos por la actual administración. Aun así, cabe la sospecha de que la oposición no se comporta con la misma vehemencia con la que muchos de sus representados se refieren al Gobierno de AMLO. La alianza anti-Morena en México, aun con su tímido avance en la Cámara de Diputados, no sabe ser oposición. Por una parte, no están dispuestos a asumir su rol de oposición férrea, que señala apasionadamente los errores del Gobierno en turno, es más bien una oposición que actúa con lo mínimo indispensable para poder ser considerada una opción distinta al Gobierno.

Esto puede entenderse como una falta de carácter de los representantes del PAN, PRI y PRD, pero también a una amenaza real de que el Gobierno en turno pudiera iniciar una investigación en contra del que traspase los límites de la oposición a modo, y encuentre motivos para calmarlos. Posiblemente, ésta sea la situación, por ejemplo, del gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, quien hasta antes de la elección contaba con una carpeta abierta en la FGR y una investigación de la UIF, que estratégicamente se detuvo antes de la jornada electoral, con la finalidad, pienso, de ser utilizada para tranquilizar los intentos transgresores del nuevo gobernador.

Vale la pena mencionar el éxito del Partido Verde para conseguir relevancia política en el mapa político nacional. Su votación alcanzada, similar a la de Movimiento Ciudadano, y el resultado de los convenios de coalición, le permiten ser un actor estratégico en la construcción de mayorías parlamentarias para los fines del Gobierno en turno, pero que en cuanto se vaya acercando el 2024, pueden ser utilizados de manera estratégica para acercarse a la opción que considere mucho más viable y mantener su relevancia política. Junto con Morena, es el Partido Verde el que resultó beneficiado por los comicios del pasado domingo.

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