Facebook vs. Trump (II)

STRICTO SENSU

Mauricio Ibarra
Mauricio Ibarra La Razón de México

La suspensión de la cuenta de Facebook de Donald Trump durante sus últimas semanas como presidente de Estados Unidos causó cierta inquietud a nivel mundial. El poder de la empresa de Mark Zuckerberg es tal que, unilateralmente, interrumpió el servicio de la red social al entonces líder de la superpotencia.

El Consejo asesor de la empresa determinó, a inicios de mayo de este año, que la suspensión había sido acertada, pues su contenido incitaba a la violencia; sin embargo, reprobó que fuera aplicada por tiempo indeterminado y que careciera de criterios respecto a su eventual restablecimiento.

Después de analizar la resolución de este órgano consultivo, el 4 de junio del 2021, la compañía anunció que ha identificado 19 recomendaciones relativas a un mejor manejo de aquellas cuentas de usuarios que tienen una multitud de seguidores, comprometiéndose a aplicar inmediatamente 15 de dichas recomendaciones.

Facebook se ha comprometido a actuar rápidamente respecto aquellos comentarios que presenten una alta probabilidad de daño inminente realizados por usuarios con múltiples seguidores. Al determinar el riesgo del daño representado por las afirmaciones de estos usuarios, se tomará en cuenta el contexto de las mismas. Cuando se decida cualquier acción sobre la amenaza de daño, la compañía dará prioridad a la seguridad por encima de la libertad de expresión de los usuarios.

La red social deberá suspender las cuentas de altos funcionarios públicos, incluyendo jefes de Estado, si sus comentarios representan una amenaza de riesgo de daño. Estas suspensiones se llevarán a cabo por un periodo determinado, para protegerse contra el daño inminente, mismas que durarán lo suficiente como para impedir malas conductas y, en algunos casos, incluirán el borrado de la cuenta. La compañía se ha comprometido a resistir la presión gubernamental dirigida a silenciar a la oposición política, considerando el contexto relevante al momento de evaluar el discurso político de los usuarios con múltiples seguidores. A fin de valorar tal discurso, Facebook seguirá un proceso en donde se consultarán expertos con altos niveles de conocimiento lingüístico y de política regional.

La consecuencia inmediata de la aplicación de estas reglas se refiere al expresidente Trump. Recordemos que, al momento de la interrupción, su cuenta contaba con 35 millones de seguidores. La empresa determinó que la cuenta estará suspendida por dos años, contados a partir del 7 de enero del 2021. Al final del periodo, se buscará la opinión de expertos para determinar si la amenaza a la seguridad ha disminuido. Si se concluye que aún existen riesgos, la suspensión se prolongará por tiempo determinado, volviendo a evaluar hasta que el riesgo haya desaparecido.

Es positivo que Facebook sujete a protocolos públicos y específicos la suspensión de las cuentas de sus usuarios, destacando que resistirán presiones gubernamentales para silenciar a la oposición. También, que dará prioridad a la seguridad del público por encima de la libertad de expresión individual. Lo realmente inquietante es que una empresa privada actúe con tanta discrecionalidad sin estar regulada por el Estado.

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