El enojo con las clases medias

QUEBRADERO

Javier Solórzano Zinser
Javier Solórzano Zinser Foto: larazondemexico

Los ataques y referencias del Presidente a las clases medias más sus propuestas de lo que debieran ser no concuerdan con lo que son y representan.

Su referencia para hablar de ellas sobre como en Chile apoyaron a Pinochet pasa por alto el papel de las transnacionales y el apoyo del gobierno de EU para instrumentar el golpe.

La huelga de transportistas acabó siendo uno de los instrumentos utilizados para perpetrar el asalto al Palacio de la Moneda. Las clases medias habían jugado un papel importante en la muy peleada elección de 1970 que le dio el triunfo a la Unidad Popular.

Lo que no se debe perder para el análisis es que en cada país este sector se mueve bajo su propia dinámica.

Plantear que las clases medias se comporten y sean a imagen y semejanza de lo que quiere y “aspira” el Presidente refleja una mirada limitada de lo que son en sí mismas. Las clases medias se desarrollan con base en una formación educativa y un sentido aspiracional que no se ha entendido.

Con todo y que efectivamente tiendan a ser en lo general conservadoras, tienen una formación que les permite un discernimiento producto de su desarrollo escolar y en muchos casos de una visión amplia del mundo.

El Presidente fustiga a las clases medias en tonos que caen en el menosprecio y hasta desprecio, es una forma de señalarlas como manipulables, al tiempo que las hace responsables de la parcial derrota de Morena en la capital.

La cuestión está en que sus afirmaciones parecen enojos más que análisis. El resultado en la capital está siendo considerado de manera limitada porque está pasando por alto, entre otras cosas, el hecho de que las clases medias han estado en muchas ocasiones cercanas al tabasqueño, prueba de ello son las elecciones del 2018 en que de manera definitiva su voto en lo general fue por el tabasqueño.

Otro elemento a considerar es cómo votan las clases medias. Más que hacerlo por un partido lo hacen por personajes cercanos o que pueden gobernar de manera diferente. El conservadurismo al que se hace referencia a menudo choca con los resultados electorales, una prueba de ello es como en BC triunfó Morena de manera contundente con una votación fundamentalmente de la clase media al igual que en BCS.

La ausencia de autocrítica sigue siendo una constante en el gobierno. La vehemencia con que el Presidente aborda algunos asuntos llama la atención por el tiempo que les dedica y porque de manera paralela sucede que otros temas que afectan seriamente a los ciudadanos pasan eventualmente por alto o se les concede relativa importancia.

Uno de éstos tiene que ver con la violencia que se ha desatado en algunas ciudades del país que bajo una primera interpretación reflejan luchas intestinas de la delincuencia organizada, la cual se está moviendo con una sospechosa libertad; Reynosa es un asunto de focos rojos.

Mientras las mañaneras sigan siendo un espacio de señalamientos y críticas de toda índole y no se detengan en los problemas que tienen en diferentes áreas atorado al país, la comunicación con la sociedad puede irse diluyendo.

El Presidente le está dedicando demasiado tiempo a personajes que en términos nacionales no pintan. Lo está haciendo en muchas ocasiones para explicar escenarios en los cuales el gobierno termina por ser juez y parte.

Quizá ya es tiempo de replantear los contenidos de las mañaneras. El Presidente está en tiempos en que tiene que visualizar el futuro y su futuro. No puede permanecer en un toma y daca que no lo está llevando por terrenos de una buena cosecha.

RESQUICIOS

“María” es hermana de un joven que trabajaba en Texas quien a principio de año fue a visitar a su familia a Monterrey y a ponerse un tatuaje. En la muy peligrosa carretera de Nuevo Laredo hacia la capital de NL desapareció. “María” nos cuenta que habló con su hermano cuando estaba cruzando la frontera, luego de ello no volvió a saber de él. El caso se suma al de más de 50 personas desaparecidas en dicha carretera.

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