No es turismo espacial

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Muchos hablan de que el viaje al espacio que ha logrado hacer esta semana el millonario y dueño de Amazon, Jeff Bezos, no es un tema de turismo espacial; en lo que trabajan estos visionarios empresarios es en la lucha para los proyectos en Marte y Venus que buscan desarrollar en los próximos años.

Si estuviéramos hablando simplemente de un viaje pagado al espacio, está el que hizo Dennis Tito en 2001, cuando pagó unos 23 millones de euros por pasarse una semana en la Estación Espacial Internacional.

Jeff Bezos, Richard Branson y hasta Elon Musk, buscan algo más allá de un viaje de ida y vuelta a Marte.

Podríamos recordar como inició el Internet, que simplemente era un sistema de mensajería, primero para las comunicaciones de seguridad estratégica y luego para que se pudieran comunicar los alumnos. Hoy en día ¿se imagina no tener Internet?

Decir que estos empresarios están simplemente haciendo viajes al espacio sería lo mismo que haber pensado que el Internet sería simplemente un sistema de comunicación.

Empresarios han empezado a explorar esa posibilidad. Hasta hace unos años, el presupuesto de la Administración Nacional de Aeronáutica, NASA, para, por ejemplo, hacer las misiones espaciales para que el hombre llegara a la Luna, eran muy altas, hoy ese presupuesto no alcanza para toda la investigación que se quiere y puede hacer.

El capital privado es muy importante en la nueva oleada de tecnología destinada a llevar al ser humano fuera de la Tierra.

Se debe a que la NASA se prepara para enviar a dos astronautas a explorar la superficie de la Luna como parte del programa Artemisa; para ello escogió a la agencia SpaceX, de Elon Musk, fundada en 2002, para continuar el desarrollo del primer módulo de aterrizaje humano comercial que llevará de forma segura a los próximos estadounidenses a la superficie lunar.

Una misión que también marcará historia, uno de esos astronautas será la primera mujer en la Luna. El otro será la primera persona afrodescendiente en la superficie lunar.

El poderoso cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial de la agencia lanzará cuatro astronautas a bordo de la nave espacial Orión para su viaje de varios días a la órbita lunar. Allí, dos miembros de la tripulación se transferirán al sistema de aterrizaje humano SpaceX para la etapa final de su viaje a la superficie de la Luna.

Después de aproximadamente una semana explorando la superficie, abordarán el módulo de aterrizaje para su corto viaje de regreso a la órbita, donde regresarán a la nave espacial Orión y sus colegas antes de regresar a la Tierra.

El valor total de adjudicación del contrato es de 2 mil 890 millones de dólares.

Carrera económica

Oliver Damen, Wally Funk y Jeff Bezos, dueño de Amazon, el martes, durante su viaje suborbital a bordo de su propia nave, la New Shepard. ı Foto: @blueorigin

Ésta es la verdadera carrera espacial que, incluso, ha dado sus primeras peleas en tribunales. Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, llevó la adjudicación ante la corte debido a que el plan inicial era contratar a dos empresas para que trabajaran en sus respectivos proyectos para elegir posteriormente al mejor. La compañía de Bezos reclama ese puesto como segundo desarrollador.

De manera burlona, Musk contestó a esta batalla legal a través de su cuenta en Twitter: "No puede levantarla (a la órbita) lol".

A ello se suma que, en enero pasado, Musk, a través del Falcon 9, puso 143 satélites en órbita. Por ello, dice ser un pionero de la exploración del universo y un futuro colono, no un promotor turístico como Branson y Bezos.

Especialistas indican que esta carrera en la que la iniciativa privada encabeza los esfuerzos traerá productos tecnológicos nuevos y más oportunidades. Porque los gobiernos, como Estados Unidos, entienden que este desarrollo ahora va acompañado de un soporte más industrial. Esta fusión privado y Estado permitirá al sector generar una industria del espacio que se vaya retroalimentando.

Mientras los empresarios multimillonarios buscan involucrarse en uno de los negocios con mayor potencial, los gobiernos del mundo también quieren tener el liderazgo. Pues Europa sólo ha realizado un viaje en este 2021, Estados Unidos lleva 28, China, 27, Emiratos Árabes Unidos y la India, uno.

Es decir, el mercado se expande y el espacio es más accesible, lo que da grandes oportunidades, entre ellas, el turismo espacial.

Esta batalla de los viajes parece tener dos competidores: Blue Origin, de Bezos y Virgin Galactic, de Richard Branson, quienes buscan un potencialmente lucrativo mercado, que según el banco suizo UBS, podría valer tres mil millones de dólares anuales en una década.

Por ello en este mes de julio, cuando se conmemoran 52 años del alunizaje, Bezos y Branson emprendieron sus primeros viajes a la estratosfera para buscar más que una carrera espacial, una carrera mediática que posicione a sus empresas.

Virgin Galactic, de Richard Branson, cuyo primer viaje a bordo de una nave fue el 11 de julio, alcanzó los 80 kilómetros de altura. La hazaña de Branson tiene algunos peros, ya que la Federación Espacial Internacional considera que la frontera de la atmósfera está en la Línea de Kármán, a 100 kilómetros de altura.

Y tras este primer intento, dio a conocer que sus boletos costarán entre 200 mil y 250 mil dólares, incluso, Elon Musk ya reservó uno. Además, Virgin Galactic, con 15 años buscando este objetivo, anunció que a inicios de 2022 podrían comenzar sus operaciones comerciales regulares.

La misión de Bezos con Blue Origin se realizó nueve días después que el británico. Utilizó un cohete con el que superó la barrera de los 100 kilómetros de altura. Llevó tres acompañantes que disfrutaron de 4 minutos de ingravidez y poder admirar la curvatura de la Tierra.

Pero la visión de Bezos, el hombre más rico del mundo, tiene una misión más ambiciosa, pues ha centrado sus esfuerzos en desarrollar una tecnología de vuelo espacial barata y sostenible con el objetivo de crear a medio plazo una base lunar y lo que él mismo bautizó como “una red de urbanizaciones espaciales”.

En tanto, Elon Musk se ha comprometido ya a hacer la primera expedición privada a la Luna, programada para 2023.

Y mientras los viajes espaciales parece que se convierten en un concurso entre multi-millonarios para llegar al espacio, lo que pelean en realidad es quién logre conquistar la tecnología y los nuevos proyectos que cambiarán el futuro del mundo.

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