Como en las ferias pueblerinas en las que se instala un puesto con el letrero “¡Péguenle al negro!”, todos los militantes de Morena se la pasaron este domingo dándole con todo al Instituto Nacional Electoral y a los integrantes del Consejo General para culparlos de que los ciudadanos no acudieran a votar en la primera consulta popular constitucional del sexenio.
Como si ellos hubieran tenido que ver con que los votantes decidieran abstenerse de acudir a las urnas a responder una cantinflesca pregunta aprobada por ministros de la Corte si se debe o no enjuiciar a los “actores políticos” por las decisiones políticas tomadas en el pasado, sin que ninguno de sus nombres aparecieran en la boleta, no obstante que fueran profusamente difundidos por el partido que gobierna.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Texto DESDE antes de la jornada dominical, el fundador del Movimiento Regeneración, dirigentes nacionales y legisladores federales y estatales y afiliados al mismo, coincidieron en encontrar responsables de ese proceso y a lo largo del día insistieron en señalar que la autoridad electoral mostró desinterés en promover la consulta, para la cual se reportó después del mediodía, la instalación del 99.7 por ciento de las mismas.
Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, tuvo que responderle a través de Twitter, tanto al Ejecutivo federal como a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, la ubicación de las casillas en que deberían votar, él en una de tránsito durante su gira de fin de semana —aun cuando anticipadamente declaró que no lo haría— y ella, en la Ciudad de México, en una casilla en la que se le esperaría hasta las seis de la tarde.
No pasó desapercibido que en víspera de la consulta para enjuiciar a expresidentes, diputados y senadores de Morena, que forman parte de la Comisión Permanente del Congreso, volvieran a discutir y negarse a proceder al desafuero de dos de los primeros, actitud que les mereció un severo reclamo de la fiscal capitalina, morenista también, Ernestina Godoy, porque eso, dijo, “alienta la impunidad”.
Y no sólo la alientan, sino que deja claro que no parece haber intención sexenal en que castigue también a los “actores políticos” del presente, como los diputados morenistas Benjamín Saúl Huerta, acusado de violación de menor, y Mauricio Toledo, de enriquecimiento ilícito, cuyos procesos de desafuero fueron oootra vez reagendados.
Sin estrategia médica gubernamental alguna para hacerle frente, se multiplican los contagios por la derivación Delta de coronavirus, que es más grave que éste y afecta, sobre todo, a jóvenes y menores, con la alarmante saturación hospitalaria, como al inicio de la pandemia en febrero del año pasado, con el riesgo de que el número de fallecimientos se multiplique.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.