La Consulta y sus desviaciones

FRENTE AL VÉRTIGO

Pedro Sánchez Rodríguez *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Se trató de una consulta, pero fue una mala encuesta. Era popular y resultó en lo contrario. Planteaba una pregunta, pero sigue siendo un acertijo. Pretendía esclarecer el pasado, pero nubla el futuro. Iba a juzgar a los expresidentes y ahora se persigue a sus organizadores. Fue un fracaso, pero lo celebraron como un éxito. Lo provocaron…

El 19 de noviembre, la Cámara de Diputados, de mayoría de Morena, modificó la Convocatoria de la Consulta Popular para que la difusión en medios de su realización, a cargo del INE, iniciara el 15 de julio de 2021, y no el 28 de octubre de 2020, como originalmente se planteaba. De 9 meses, pasó a 15 días. Además, el INE solicitó presupuesto a la Cámara de Diputados, el mismo día que se emitió la Convocatoria, el cual preveía la instalación de 104 mil mesas receptoras, sin obtener respuesta alguna. En suma, no hubo ni presupuesto asignado, ni difusión suficiente para este ejercicio que, finalmente, se llevó a cabo con la instalación de 57 mil mesas, 54% de las previstas, pero con un total de 114 millones de papeletas: más que suficientes para las 93.5 millones de personas de la lista nominal.  Ganó el “sí”, votaron 6.6 millones de electores y sobraron: 107.4 millones de boletas.

Para que los resultados de la Consulta Popular fueran obligatorios, se debía obtener al menos el 40% de la Lista Nominal de electores. Era imposible porque implicaba la movilización de 43.7 millones de personas, porque abstenerse de votar era preferible que tachar el “no”, pero, sobre todo, porque sólo el partido del Presidente la impulsó y ellos mismos decidieron limitar su difusión. La consulta tenía como objetivo esclarecer las acciones del pasado para que fueran juzgadas conforme a derecho, pero resultó ser una simulación.

El objetivo real se reveló los siguientes días. El lunes, el Presidente en su conferencia de prensa, dijo sobre la Consulta Popular, y haciendo referencia al INE que “en vez de promoverla hicieron todo lo opuesto, simularon que iban a recoger la opinión de la gente, a poner un determinado número de casillas, guardaron silencio en complicidad de los medios de información (…)”.  El martes, miembros de Morena en el Congreso se pronunciaron por iniciar un juicio político en contra del presidente del INE, Lorenzo Córdova, y el consejero, Ciro Murayama, por los resultados de la Consulta.

Scott Fitzgerald planteaba que “la inteligencia de primera clase se caracteriza por la capacidad de mantener dos puntos de vista opuestos al mismo tiempo, y seguir funcionando”. Se refiere a la capacidad para aprovechar lo mejor de dos puntos de vista contrarios y, a la vez, rechazar lo peor de ellos. Bueno… han conseguido lo contrario: aprovechar el fracaso de la Consulta, para menoscabar la institución más exitosa que tenemos. Lo peor: siguen funcionando.

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