¡A clases!

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Hemos sido testigos de la saturación de diversos espacios como lo son aeropuertos, centros comerciales e iglesias, que fortaleciendo las medidas de higiene, nos han permitido continuar con nuestras actividades de manera medianamente regular.

Independientemente del color que muestre el semáforo epidemiológico, las clases presenciales se llevarán a cabo en nuestro país. Se extremarán precauciones para intentar evitar propagación del virus, mediante filtros sanitarios, la cancelación de ceremonias y otras acciones.

El regreso a clases será voluntario, así que, será el próximo 30 de agosto cuando los padres de familia, si lo consideran apropiado, llevarán a sus hijos a las aulas. Los niños han pasado meses lejos de la escuela como la conocían y el proceso de aprendizaje se vio modificado radicalmente por la irrupción del virus y la cancelación de las clases presenciales a causa de su veloz propagación.

Padres de familia y niños se vieron obligados a modificar radicalmente sus rutinas para intentar atender las estrategias de la educación a distancia. El proceso trajo consigo consecuencias importantes para ambos. Ha provocado en los niños diversas consecuencias emocionales y los ha alejado de uno de los procesos más formativos como lo es el compartir el aula y el patio con sus compañeros y maestros. Una encuesta realizada por la Secretaría de Educación Pública arrojó que los maestros consideran que el confinamiento afectó el estado emocional de los estudiantes, se generaron afectaciones en el aprendizaje y mermó sus habilidades sociales. El haber estado lejos de las aulas por un año, ha puesto en riesgo su regreso, ya que gran número de niños se han integrado a otro tipo de actividades para apoyar a sus familias sustituyendo con ello las horas que pasaban en el aula. Cifras del Inegi revelan que, aproximadamente 1.5 millones de niños de entre 3 y 18 años de edad no realizaron su proceso de reinscripción al nuevo ciclo escolar.

La Unicef sostiene que a causa del confinamiento los niños han disminuido su capacidad para leer, escribir y realizar operaciones matemáticas, además de mermar su condición física y salud mental; por lo tanto, la institución ha hecho un enérgico llamado a las naciones a realizar de manera progresiva, voluntaria y segura, la reapertura de los centros educativos, sosteniendo que, el beneficio de reabrirlos supera con creces el costo de mantenerlos cerrados.

La reapertura no solamente fortalecerá el proceso de desarrollo de los niños, sino también, será un paso importante hacia la recuperación económica que tanto se requiere y permitirá en cierta medida a padres y familiares, recuperar algo de la rutina que tenían antes del Covid 19, al ya no tener que atender de manera directa a los niños durante las horas que estarán en la escuela.

Como padres de familia deberemos hacer un esfuerzo importante para apoyar a nuestros hijos y a sus maestros a que este regreso a clases se realice de manera exitosa. Deberemos ser pacientes y tolerantes con nuestros niños que, seguramente vivirán momentos de angustia al volver a las aulas y al intentar recuperar su nivel educativo. De la misma forma deberemos privilegiar el trabajo en equipo, para junto con los demás padres de la comunidad y los maestros, mantener una convivencia sana y las condiciones de seguridad idóneas en la escuela. Por nuestros niños, hagamos un esfuerzo extra para lograr un regreso a clases seguro y eficiente.

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