El Caballo de Troya de la 4T

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

La 4T quiere parar una guerra entre cárteles del crimen y conseguir el control de Aguililla, Michoacán, construyendo carreteras y repartiendo kilos de frijol.

Uno de los resultados de la refriega entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, los Cárteles Unidos y la Familia Michoacana fue la destrucción de varios tramos de carretera con maquinaria pesada y el bloque de las vías de acceso a Aguililla.

En una especie de operación “Caballo de Troya” derivada de la estrategia de abrazos no balazos, la 4T, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entregó 19 contratos a empresas para reparar los tramos de carretera destruidos por la delincuencia.

Entre los tramos están Apatzingán —El Aguaje— Aguililla (27.5 km), Coalcomán —Tepalcatepec— Maruatilla —Dos Aguas— Aguililla (9.5) y Aguililla —El Falsete— Tumbiscatío (32 km), con empresas como Constructora Feluxa, S.A. de C.V., José Félix Herrera Garnica, Construcciones y Triturados del Pacífico, S.A. de C.V.

Aquí viene la estrategia: para estos trabajos, las empresas y sus empleados estarán acompañados por elementos de la Guardia Nacional, la intención es, inicialmente, protegerlos. Pero, con esto, el Gobierno del Presidente López Obrador piensa incursionar poco a poco en Aguililla hasta lograr mayor presencia y desplazar a los cárteles de la zona.

La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien es la responsable de regresar la paz y la tranquilidad en el municipio, tendrá que ingeniárselas para construir un cuartel de la Guardia Nacional en Aguililla, aprovechando el ingreso de las fuerzas federales con las constructoras.

Este nuevo cuartel se sumará en apoyo a los elementos del 51 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuyo cuartel se encuentra en la cabecera municipal de Aguililla.

Adicional a esta operación, la secretaría encabezada por Rosa Icela va a adquirir tres toneladas de arroz, frijol y lenteja para repartirlos en Aguililla ¿cuál es el objetivo? Pacificar el lugar. Si, así como lo lee, con arroz y frijol —esperemos que sin gorgojo— se piensa negociar.

La Unidad de Políticas y Estrategias para la Construcción de Paz con Entidades Federativas y Regiones solicitó los granos “de manera urgente se necesita proveer de insumos de primera necesidad a la comunidad de Aguililla, pues debido al bloqueo que tienen en sus vías de acceso, los proveedores han dejado de suministrar alimentos, por lo que es indispensable proveerles de los mismos”.

Incluso argumentan que la llegada del arroz, frijol y lenteja contribuirá a pacificar el también disputado municipio de Michoacán. Los granos se le compraron a Diconsa por 74 mil 240 pesos.

¿Funcionará esta estrategia en una de las zonas con más violencia de cárteles y en un territorio que ha sido disputado desde hace más de una década por distintas fuerzas de la delincuencia organizada? Yo tampoco lo creo.

Temas: