Las comparaciones —decía mi abuela sabia— son odiosas pero inevitables: en el extinto NAIM, a cargo de Federico Patiño, se conocía de manera pública y a través de Internet con exactitud y precisión los contratos de obra y equipamiento, así como los detalles de los avances de obra; en tanto que en la terminal aérea de Santa Lucía sólo es posible acceder a tales datos mediante solicitudes al Instituto Nacional de Acceso a la Información.
El encargado de obra explica que la información se mantiene a resguardo “para proteger la obra” de procesos judiciales. No sabemos sí ello se debe a los amparos que en su momento interpuso la ONG, que encabeza Claudio X. González, o la probabilidad que en los procesos de asignación o concurso por invitación restringida alguno de los concursantes se inconformara y detuviera los avances… como sucedió con Grupo Gilbert, de Carlos Rodríguez, que impugnó la asignación de los funiles del cancelado NAIM y que no han podido ser removidos.
Por esa “protección” no se saben detalles estratégicos de Santa Lucía. Vallejo promete que se sabrán tan pronto quede culminada la obra. Pero por ello mismo poco se conoce sobre los aspectos técnicos de los trabajos y que se prestan a la especulación, como sucedió con el dato divulgado por el arquitecto Axel Belfort sobre una presunta inclinación de 18 centímetros en la Torre de Control. Otra vez, la odiosa comparación: la que se construía en Texcoco se contrató con el consorcio Aldesa, que preside Alejandro Fernández, y Jaguar, de Moisés Secua, siendo posible conocer estudios de suelo, ingeniería, proceso constructivo y la verificación pública de los avances de obra.
Lo blando y lo duro. Las posibles inclinaciones de suelo de la fenecida torre, de la losa de cimentación del edificio terminal diseñado por Norman Foster, del Centro de Intercambio de Transporte y las pistas en construcción eran monitoreadas minuto a minuto con un sistema láser por Cimesa y la Facultad de Ingeniería de la UNAM, a sabiendas de que era un suelo inestable. Por ello se utilizó para las pistas un sistema de “flotación” con geomembranas y precarga para acelerar el hundimiento y lograr superficies más firmes recubiertas de un material flexible, o sea asfalto.
El general Vallejo asegura que es mucho mejor el suelo en Santa Lucía, pese a ser de origen lacustre, que lo mejoraron (apisonaron material del lugar) y que en las pistas, por ejemplo, calculan soporta 40 toneladas por metro cuadrado cuando las pistas pesan 2.5 toneladas de concreto rígido en igual superficie, por lo que duda de cualquier fractura.
El problema (como con la torre de control) es que no hay una base de datos públicos que exponga esos cálculos. Sin embargo en Santa Lucía parece contradecirse la máxima entre los expertos del Colegio de Ingenieros Civiles de México que lidera Luis Rojas: en suelos blandos las superficies de rodamiento deben ser flexibles y en suelos duros tales superficies deben ser rígidas.
Hoy no es posible saber cómo se comportará el suelo con las pistas y otras estructuras en esa terminal aérea. Pero lo sabremos con el paso de algunos años.
Gana CATEM a CTM en Nissan. Un acontecimiento clave en la reconfiguración de las relaciones obrero-patronales y del poder de los sindicatos es el triunfo que la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, que lidera Pedro Haces, obtuvo sobre la Central de Trabajadores de México, al mando de Carlos Aceves, del Contrato Colectivo de Trabajo en tres plantas de Nissan en Aguascalientes. CATEM ganó con 51.5% de los votos, o sea reñido por en firme.
Ramírez de la O y Altamirano. Una de las posiciones más interesantes desde la bancada oficial, de Morena, a la comparecencia del secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, fue la del diputado oaxaqueño Carol Altamirano; sin triunfalismo ciego, señalando la importancia de mantener el manejo cuidadoso de los recursos públicos y en el ánimo de tejer los acuerdos políticos que se requieren en la Cámara de Diputados para que transite sin grandes sobre saltos el Proyecto de Ingresos y Egresos 2022, Altamirano mostró una ecuanimidad que mucho falta en el concierto nacional.
Concanaco se desmiembra. La de última hora es que la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio sufre un sisma: tras la controvertida elección de Héctor Tejada como nuevo presidente, el candidato competidor, Juan Carlos Pérez Góngora y 40 representantes de dichas cámaras, anuncian hoy su separación de ese organismo y la creación de una nueva asociación civil, el Consejo Empresarial de México que buscará la interlocución oficial con el estado mexicano. Y que el rompimiento apenas inicia.
