Nos estamos matando a balazos

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

La semana pasada fue reveladora en este sentido. Estuve presente con algunos especialistas que hablaron del tema de las armas ilegales que entran a nuestro país y déjenme decirles que me quedé impactado.

Según datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos, en México hay un universo de 17 millones de armas, de las cuales siete de cada 10 llegan a nuestro país desde su territorio. Lo que llama la atención es de dónde viene el resto. Los estadounidenses identifican a Centroamérica y también a Europa como los orígenes del otro 30 por ciento.

Esas armas están acortando nuestro tiempo de vida. El Centro Nacional de Información y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública identifican que desde 1997 a la fecha, el uso de armas en homicidios se ha incrementado exponencialmente. En el 97 se usaban en 15 por ciento de los homicidios dolosos y para este 2021 en el 70 por ciento.

Las víctimas, los mexicanos jóvenes. Me cuentan que hay entidades como Guanajuato, donde la esperanza de vida de un joven de entre 20 y 25 años se ha reducido dramáticamente por la posibilidad de que muera a causa de un disparo de arma de fuego.

¿Qué ha pasado durante este sexenio? Según datos de la Fiscalía General de la República, desde diciembre de 2018 a la fecha, se han asegurado 52 mil 554 armas en diversas acciones, poco más de 32 mil de ésas, fueron armas cortas y 19 mil armas largas.

Pero lo que llama la atención de las autoridades, es que en los últimos años la tendencia de armas cortas aseguradas va a la baja y lo que más decomisan son armas largas; es decir, somos un país en el que prevalecen los rifles de asalto.

Para sumar a esta situación, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicó los Resultados de la “Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2021”.

El estudio arrojó que se cometieron 27.6 millones de delitos; en 14.6 de ellos, la víctima sufrió de alguna lesión y, dentro de éstos, en aproximadamente 4.1 millones se usó un arma de fuego para llevar a cabo el crimen.

¿Nos está funcionando aquella filosofía de “abrazos, no balazos”? Definitivamente no, y los datos duros, de organismos nacionales e internacionales dicen que los balazos prevalecen en nuestro territorio, aunque desde Palacio Nacional se aferren a lo contrario.

En el baúl. Este martes el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, comparecerá en el Senado, y me dicen, se va a poner muy interesante, porque ahí se verá la alianza de Ricardo Monreal con el carnal Marcelo.

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