El reto de Evelyn Salgado

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

La siembra de amapola en la sierra de Guerrero regresa a la mesa de debate. Se debe a que este fin de semana, la gobernadora electa en esa entidad, Evelyn Salgado Macedonio, indicó que tocará este tema con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y pedirá que apoye a los productores de amapola y que se cancelen las fumigaciones para la erradicación de cultivos ilegales que realizan las Fuerzas Armadas.

Evelyn asegura que se trata de la demanda emitida por los campesinos, quienes hicieron un llamado al mandatario para que el Ejército deje de destruir los cultivos de amapola, de los cuales dependen 50 mil familias en los 300 poblados de la sierra y montaña guerrerense, desde hace 50 años.

Es verdad, de esos cultivos viven muchas familias de Guerrero, pero sus ingresos apenas alcanzan para poder sobrevivir. Hoy son los distintos grupos criminales los que manejan a esos campesinos, se quedan con la ganancia y además los tienen amenazados.

Si estos campesinos pudieran salir de la pobreza cosechando amapola, otra sería la historia.

Desde hace décadas, en la montaña de Guerrero, la zona donde se ubican dos de los municipios más pobres del país, como Cochoapa El Grande, 80 por ciento de los campesinos tenía como única forma de subsistencia el cultivo de amapola.

Repito, es subsistencia, las ganancias son mínimas para ellos, y los grupos criminales, que hoy hay decenas en el estado, son los que generan ganancias, pero también la violencia que se vive por la disputa entre ellos.

En 2017 estuvimos en algunos de estos campos de cultivo de goma de opio en la montaña del estado y era una situación muy complicada. Muchos campesinos que temían trabajar para los narcotraficantes habían dejado la zona, pero muchos otros no tenían mayor oportunidad para comer que sembrar goma de opio. Tampoco ganan gran cosa, y sí están bajo el yugo de los criminales.

¿Qué esperanza de vida tienen los niños que viven en esas zonas? Es una tragedia.

Pero además, el precio goma de opio hace dos años cayó casi 90 por ciento por los consumidores de drogas sintéticas, sobre todo en Estados Unidos, donde han dejado la goma de opio y la han sustituido por el fentanilo.

Hoy, el precio de la goma de opio, que sale precisamente de los campos de amapola y que se convierte en heroína, ha nuevamente aumentado su precio.

Esto se traduce en que otra vez los grupos criminales están trabajando en esos plantíos, y los campesinos simplemente deben trabajar para ellos o abandonar sus tierras.

Las cifras

El cultivo de amapola en México, entre 2003 y 2019, tuvo una erradicación de plantíos en 835 de los dos mil 465 municipios del país, según datos de la Sedena.
El cultivo de amapola en México, entre 2003 y 2019, tuvo una erradicación de plantíos en 835 de los dos mil 465 municipios del país, según datos de la Sedena. ı Foto: Especial

De acuerdo con un informe de la DEA del año pasado, Guerrero produce al menos 50% de la amapola en México, luego le siguen los estados del llamado Triángulo Dorado: Durango, Sinaloa y Chihuahua.

Desde el año pasado, el Ejército intensificó sus acciones para destruir por tierra y aire los campos de amapola y mariguana, incluso se registraron varios enfrentamientos entre habitantes de varios municipios de Guerrero y los soldados, a quienes les exigían no dañar sus cultivos.

En la década de 1970, la semilla de amapola llegó a la entidad que está a punto de gobernar Evelyn Salgado, procedente de Sinaloa. Ahora, estos cultivos son su pilar económico para grupos criminales -no los campesinos-, que mantienen disputas por el control del tráfico de drogas. En el caso de la amapola, pelean por el control de la siembra y el producto final.

Se tiene calculado que, desde 2012, más de dos mil familias han sido desplazadas de diferentes pueblos de Guerrero derivado de la disputa por el territorio.

Fuentes militares indican que este negocio deja ganancias por mil 200 millones de pesos al año a los grupos criminales, mientras que las familias que los siembran se llevan entre tres mil a 15 mil pesos mensuales por kilo de la goma de opio, cuando hasta 2017, el kilo se cotizaba entre 27 mil y 30 mil pesos.

Ahora, la ganancia para una familia depende de la zona donde esté ubicado, pues ellos mismos aseguran que hay comunidades que reciben más, como garantían les dan un adelanto en efectivo y aquellos que inician en el negocio hasta reciben cursos de cómo cultivar y cosechar el producto.

Datos de la Sedena indican que por cada hectárea sembrada de amapola se producen ocho kilos de goma de opio. La ganancia más fuerte se da en el proceso de transformación de la goma de opio a la heroína, pues de ocho kilos, que costaron 216 mil pesos, cuando se transforman en un kilo de heroína se vende en cuatro millones 500 mil pesos en el mercado negro. Pero este dinero no regresa a las comunidades.

Pese a que se trata de un delito, las familias de esas comunidades prefieren mantenerse en este negocio porque es a lo que se han dedicado por generaciones, Además, se trata de poblados que carecen de infraestructura, es decir: sin caminos pavimentados, sin escuelas y sin servicios de salud.

Guerrero necesita infraestructura, escuelas, agua, servicios de salud, todo esto para salir de la pobreza extrema en la cual viven muchos de sus pobladores.

No seguir viviendo miserablemente y bajo las ordenes y disputas de los grupos criminales que, si hacen un negocio millonario, pero reitero, pocas de esas ganancias llegan a las comunidades.

Llevan más de 50 años sembrando amapola y esos lugares son de los mas pobres del país.

Este 15 de octubre, Evelyn Salgado Macedonio tomará las riendas de un estado que tiene altos índices de violencia, principalmente en la montaña y sierra debido a la disputa por el tráfico de drogas. Y que además muchos de estos criminales con el cambio de gobierno quieren imponerse y han generado una violencia mayor en estos últimos días.

Es un gran reto el que tiene la nueva gobernadora al frente, y frenar la erradicación de los plantíos de amapola solamente va a fortalecer a los grupos criminales.

Es una buena oportunidad para trabajar por la gente de Guerrero, que tanto lo necesita.

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