Esta semana en la Ciudad de México y zonas conurbadas han habido manifestaciones de distribuidores de gas que han paralizado gran parte de la ciudad, y además, un número enorme de consumidores están a punto de quedarse sin poder cargar sus tanques.
El lunes pasado bloquearon 10 puntos importantes por donde transitan a diario miles de capitalinos, ocurrió en horas pico, entre los puntos estuvieron: cerca de la Torre de Pemex, Anillo Periférico, a la altura del centro comercial Perisur, Barranca del Muerto y Periférico, Ermita y Eje 6, Avenida Tláhuac Chalco y San José.
Además, los gaseros replicaron los bloqueos en la vía Morelos, Ecatepec, en Naucalpan y Los Reyes, Estado de México, y la carretera Naucalpan-Toluca, a la altura de Las Tinajas. También hubo protestas en el estado de Hidalgo.
Lo ocurrido el lunes en la Ciudad de México y sus salidas a otras entidades, desde el mediodía, fue que comisionistas gaseros se manifestaron afuera de las oficinas de la Secretaría de Energía, Sener, en la colonia del Valle, exigiendo el aumento de un peso en el precio máximo para esta semana, pero les fue negada la petición.
¿Por qué piden este aumento? Porque desde el Gobierno federal se decidió ponerle un tope al precio de venta del gas en nuestro país. La historia es mucho más compleja de lo que parece.
Hay grandes empresas de gas como Sony, que compra la mayoría de su gas a Pemex, pero como la empresa estatal no tiene más que para abastecer un aproximado del 50 por ciento del gas que se consume, otras empresas muy grandes importan el gas.
En esas se encuentran por ejemplo Tomza Gas, uno de los grupos gaseros más fuertes del país, que abastece a 16 estados de la República mexicana y seis países de Centroamérica.
Tomza, junto con otras gaseras importantes como Nieto, Regio Gas y Gas Metropolitanos, tienen que importar para poder abastecer a sus clientes. Mucho de ese gas viene desde Estados Unidos o Rusia.
Pero ahora les han puesto nuevas restricciones a los permisos para la importación de gas.
Y por logística, Pemex sólo puede surtir a las grandes gaseras y no produce el suficiente gas para abastecer a todo el país.
La emergencia
Escuchaba a algunos funcionarios decir que México había sido autosuficiente en la producción de gas desde hace 50 años. Hay un tema clave, ya no estamos en los años setenta. En 1970 había 51.49 millones de habitantes, hoy en 2021 somos poco más de 130 millones de mexicanos.
Estas grandes empresas de gas, por lo menos en su mayoría en la Ciudad de México y el Estado de México, compran en México o importan gas y luego surten a las pipas, que son los comisionistas y no necesariamente son de la empresa.
Las grandes gaseras surten a estas pipas que utilizan sus logos. Para poder tener una pipa se deben cubrir costos como el diésel, el pago del chofer y su seguridad social y un seguro con daños a terceros que cuesta unos 30 mil pesos mensuales por unidad, es muy caro porque se maneja material explosivo.
Ahora hay otro problema, estos camiones necesitan estar en regla, quien verifica que todo esté en orden es la CRE, pero ésta no está trabajando como debería.
Lo que alegan los comisionistas es que ellos tienen la distribución del gas y que con el precio tope que les impuso el Gobierno, ellos no salen en costos.
Dentro de estos comisionistas estamos hablando que hay grandes empresarios, dueños de muchas pipas, pero también quienes han hecho un gran esfuerzo y entre cuatro familias compran una pipa para distribuir gas como negocio. En la zona metropolitana de la Ciudad de México, miles de familias viven del gas.
No está bien hacer un paro de esta magnitud porque se afecta severamente a la ciudadanía, y es verdad, muchos de estos comisionistas no son precisamente los más tranquilos, pero sí son muy organizados. Es un hecho que hoy, con las nuevas reglas del juego, todos estos trabajadores no salen con los gastos que tienen.
¿La estrategia es que se conviertan en Gas Bienestar y se les dé subsidios para poder sobrevivir?
No lo sabemos, lo que sí tenemos certeza es que quien controla el gas, el agua, la luz y demás insumos de primera necesidad, tiene el sartén por el mango y puede controlar a la población.
Son varias las empresas de gas con distintos dueños, algunas dependen del gas de Pemex, otras de lo que importan. Hoy no hay un monopolio del gas, y sin monopolios, quienes tiene todas las de ganar son los consumidores.
Por lo pronto, habrá que ver cómo se resuelve este paro, porque se corre el riesgo que muchos nos quedemos sin gas en los próximos días. Por cierto, para quienes tienen Gas Natural, también están en riesgo de que falte por los nuevos cambios en la regulación.
Hoy, la solución es obligar a las empresas de gas y a los piperos que paguen impuestos, que tengan seguros y que sus trabajadores estén con todas las prestaciones de ley, no a estrangularlos en sus fianzas, porque además con la escasez de distribución de gas, el producto para los consumidores acabará saliendo más caro.