Rechaza Gaviño “sobrecarga” en L-12

PULSO POLÍTICO

Francisco Cárdenas Cruz&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Francisco Cárdenas Cruz *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Jorge Gaviño Ambriz es el primer exdirector del Metro que salió a rechazar una presunta responsabilidad en el caso del desplome de la L-12 en Tláhuac, por una supuesta “sobrecarga” que no existió, y declaró que el abogado Gabriel Regino, exsubsecretario de Seguridad con Marcelo Ebrard en la CDMX, miente al amenazar con presentar una acusación en su contra, sólo para levantar humo que distraiga sobre quién es el verdadero y único responsable de lo sucedido.

El actual diputado local de la coalición PAN-PRI-PRD, que como asambleísta capitalino del PRD, a propuesta del entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, encabezara una Comisión Investigadora de la ALDF sobre las fallas que desde entonces se registraron en la llamada Línea Dorada, y que después lo designara titular del STC, negó y documentó que durante su gestión se haya registrado alguna obra de sobrecarga en el tramo que se colapsó.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Arrecian las protestas de las organizaciones de la sociedad civil por la deducibilidad en las donaciones que hacen a instituciones privadas, que estiman en al menos ocho mil millones de pesos, que obtendrá el Gobierno federal, según la reforma al artículo 151 de Impuesto sobre la Renta en la Miscelánea Fiscal que se discute, entre gritos, jaloneos y barruntos de violencia en la Cámara de Diputados.

Un ejemplo es el caso de los recursos que las OSC destinan a distintas instituciones médicas, de salud y rehabilitación a discapacitados, como es el caso de los centros Teletón, que, con enormes dificultades, pero singular eficiencia, desde hace años lleva a cabo Fernando Landeros en la mayoría de entidades federativas, a pesar de los graves problemas económicos originados en estos tiempos de pandemia.

Después de que el Índice Global de Estado de Derecho-2021 –World Justice Project– ubicó a México en el lugar 113 de 139 naciones evaluadas entre los países más corruptos del mundo, el Presidente López Obrador rechazó esas mediciones internacionales y cuestionó las fuentes utilizadas para elaborar esas estadísticas, y aseguró que él sí puede garantizar que “en México no hay la corrupción que imperaba hace poco y la gente así lo percibe”.

En la mañanera de ayer volvió a arremeter contra los medios de comunicación, a los que responsabilizó de “ocultar” la corrupción que impera en el Congreso de la Unión, por el pago de sobornos para aprobar reformas como la eléctrica el sexenio pasado, de la que diarios, revistas y noticiarios en medios electrónicos informaron ampliamente en su momento.

En el caso de Rosario Robles prevalecen odio, rencor y venganza: seguirá en prisión preventiva “por riesgo de fuga”. ¿Y Lozoya?: libre, cena y cena.

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