Houston

RÍO BRAVO

Julio Vaqueiro&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Julio Vaqueiro *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El Market Square Park, es un pequeño parque en el downtown de Houston, Texas a dos cuadras del edificio administrative del Condado de Harris. En el centro hay un kiosko con algunas mesas bajo la sombra de los árboles. Ahí, con la luz suave de la mañana, conocimos a la jueza Lina Hidalgo.

Llegó con su cabellera abundante, rizada y negra negra. Llevaba puesto un traje sastre azul marino, elegante y discreto, y el escudo de la ciudad que representa, prendido a la solapa del saco con un alfiler. Bajó de una camioneta negra con un guardia de seguridad y dos asistentes, nos saludó de mano, apretón firme, y tomó asiento para la entrevista. Lina Hidalgo es una mujer de voz delgada, pero de palabras robustas. Es la primera mujer, la primera inmigrante y la primera latina que se convierte en Jueza del Condado de Harris.

En Texas, el cargo de Juez de Condado es más bien un puesto administrativo. Llegan ahí por elección popular y ellos se encargan de manejar el presupuesto para la infraestructura de la región (puentes, carreteras, alumbrado…), el manejo de emergencias (huracanes, nevadas, tornados…), las cárceles, la seguridad, entre otras cosas. Houston es la cabecera del Condado de Harris, el mayor condado del estado y el tercero más grande del país. Su presupuesto alcanza los 4 mil 300 millones de dólares. Encargada de ese dinero está Lina Hidalgo, con sus treinta años de edad.

Sí, sólo treinta.

Antes de la entrevista, pasé algún tiempo pensando si debía hablarle de usted o de tú. Al final, es más joven que yo. Pero, al final también, su cargo, sus logros y su experiencia son superiores a los míos.

“Jueza, gracias por su tiempo,” resolví decirle.

Colombiana, emigró a Estados Unidos cuando tenía 15 años. Estudió en la Universidad de Stanford, California, y llegó a la élite de la política texana en 2018 como una joven demócrata. Desde entonces ha librado una abierta batalla con el gobernador del estado, Greg Abbott.

Él, conservador y polémico, representa para muchos el futuro del Partido Republicano. Podría ser, aunque aún es pronto para saberlo, contendiente en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Desde que Biden llegó a la Casa Blanca, Abbott ha mantenido un perfil alto, oponiéndose a prácticamente todas las iniciativas del Presidente: lo acusa de ser el responsable de la crisis migratoria en la frontera, se opone al uso obligatorio del cubrebocas, se niega a que las vacunas sean un requisito en las escuelas o en los lugares de trabajo. Su estado ha retado abiertamente la resolución de la Corte Suprema en cuanto al aborto y ha aprobado normas que facilitan, aún más, la compra y la portación de armas.

Ella, en cambio, representa al condado con la ciudad más diversa de los Estados Unidos. Uno de cada cuatro residentes de Houston nació en otro lugar. De acuerdo con los datos del último censo, casi la mitad de la población, alrededor del 45%, son hispanos, comparado con el 23% de blancos. Desde hace tiempo que el Condado de Harris es más progresista que el resto del estado. Y la jueza ha estado a la altura de las circunstancias, levantando la voz cuando, a su parecer y el de sus votantes, Texas rebasa los extremos en el caso del aborto, la venta de armas, o el control de la pandemia, por ejemplo.

De todo esto hablamos con Lina Hidalgo. Y al final, la pregunta obligada:

-“¿Usted quiere ser gobernadora de Texas?”.

-“Eso no lo voy a contestar”.

Con eso cerramos nuestra visita a Houston.

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